Beatificación de Pedro de Asúa y Mendía
El 1 de noviembre, Solemnidad de Todos los Santos, se celebró la Beatificación del sacerdote Pedro de Asúa y Mendía en la Cocatedral de María Inmaculada, Madre de la Iglesia.
Dicha celebración fue presidida por cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, junto a Miguel Asurmendi, obispo de Vitoria, así como un gran número de obispos y sacerdotes que concelebraron la Eucaristía.
Durante la homilía, el cardenal recogió las palabras del papa Francisco con que definía al nuevo Beato:
un sacerdote diocesano, mártir que, confortado en Cristo piedra angular, ha ofrecido la vida por la edificación del Reino.
“Ésta es la más auténtica síntesis de la figura de nuestro Beato, un arquitecto que decidió seguir la llamada de Dios al sacerdocio y que fue martirizado durante la persecución religiosa de los años 30 del siglo pasado”, ha añadido el cardenal.
A la celebración acudieron personas de toda Álava y de localidades con las que el Beato tuvo especial relación, como su pueblo natal de Balmaseda (donde el próximo 16 de noviembre tendrá lugar la Eucaristía de Acción de Gracias) y Orduña (donde cursó estudios de bachillerato).
Algunos ecos de la Beatificación
- Durante el Angelus del 1 de noviembre, el papa Francisco hizo una pequeña semblanza de Pedro de Asúa: Sacerdote humilde y austero, predicó el Evangelio con la santidad de vida, la catequesis y la dedicación hacia los pobres y necesitados.
- También Radio Vaticana hizo una reseña sobre la Beatificación: Existen llamadas vocacionales que exigen poner los talentos que se poseen al servicio de la misión: esto sucedió con Pedro de Asúa y Mendía.
- Diferentes medios de comunicación locales hicieron también reseñas sobre la Beatificación.