Evangelio del día: «Los que lo tocaban se ponían sanos». Mc6,53-56

Carta del Obispo de Vitoria por las fiestas de la Virgen Blanca 2024

Compartimos la reflexión que hace el pastor de nuestra Iglesia local de cara a los próximos días grandes de las fiesta de la Virgen Blanca, patrona de la ciudad de Vitoria.

 

CARTA DEL OBISPO DE VITORIA,
MONS. JUAN CARLOS ELIZALDE,
POR LAS FIESTAS EN HONOR A LA VIRGEN BLANCA, PATRONA DE VITORIA-GASTEIZ

 

Queridos hermanos y hermanas,

Un año más, y ya son 8, me dirijo a todos los vitorianos con inmensa alegría en estos días previos a nuestras queridas fiestas de la Virgen Blanca que se celebrarán del 4 al 9 de agosto de 2024. Es un tiempo de encuentro, celebración y profunda devoción, donde todos los vitorianos y quienes nos visitan tienen la oportunidad de honrar a nuestra amada patrona, la Madre de Jesús, la Virgen Blanca.

La historia de esta advocación mariana y su relación con Vitoria es una historia de fe y cariño que ha perdurado a lo largo de siglos. Desde el año 1181, cuando Vitoria fue fundada, la Virgen Blanca ha sido un símbolo maternal de protección y guía para nuestra ciudad y para quienes la han habitado desde entonces. Su imagen, que preside la Plaza de la Virgen Blanca, es testigo de nuestra historia, de nuestros logros y también de nuestros desafíos y momentos más tristes.

Ella nos acompaña en nuestras alegrías y nos consuela en los tiempos de dificultad. Muchos así lo hemos comprobado. En la Madre, somos también los hijos muy amados del Señor.

He de decir que, además, estas fiestas no solo son un tiempo de celebración, sino también una oportunidad para profundizar en nuestra fe y renovar nuestro compromiso con los valores cristianos fundacionales de nuestra ciudad e inmersos en nuestro ADN. Es indiscutible el carácter religioso de estos días que nos invita a la oración. Precisamente el Papa Francisco, de cara al Jubileo 2025 para toda la Iglesia Universal, ha querido que este año sea Año de la Oración para revitalizar y volver a ese diálogo –individual y colectivo– con el Resucitado. ¡Y qué mejor escenario que hacerlo en medio de las fiestas en honor a la Virgen Blanca!

Mirándole especialmente a Ella seremos capaces de descubrir un modelo de humildad, amor y servicio generoso que nos conducirá a vivir más plenamente nuestra fe. Conociendo a María, seremos capaces de vivir nuestra vida diaria y nuestras relaciones con los demás desde el afecto, la fraternidad, la esperanza y la confianza.

Un año más, apelo a celebrar estos días con moderación y respeto, especialmente hacia las personas más vulnerables. La verdadera alegría no se encuentra en los excesos, sino en ser conscientes de que la fiesta es de todos y para todos.

En estos días Vitoria recibirá la visita de muchos turistas. Que nuestra hospitalidad, acogida y civismo sean as que hablen como un reflejo de una ciudadanía madura que celebra las fiestas de la Virgen Blanca con una profunda fe y con un excelso cariño a nuestra Madre del Cielo a quien tenemos orgullosamente como patrona.

Invito a participar en las diferentes actividades religiosas que se llevarán a cabo durante estas fiestas, especialmente en las Solemnes Vísperas del 4 de agosto tras la bajada de Celedón desde la torre de la Iglesia, en la procesión de los Faroles ya por la noche, en el Rosario de la Aurora el 5 al amanecer, en la Solemne Misa Pontifical por el día grande de la Virgen Blanca y en todas las Eucaristías en honor a la patrona que tendrá lugar todos los días en esta parroquia de San Miguel, Santuario de la Virgen Blanca. Despediremos como siempre estas fiestas en la balconada cantando la Salve Popular a Santa María.

Agradezco vivamente a la Cofradía de la Virgen Blanca, a la parroquia de San Miguel Arcángel, al Ayuntamiento de Vitoria y a tantas y tantas entidades, asociaciones y cuadrillas de blusas y neskas por poner lo mejor para estos días. Este año será además histórico y muy especial, pues por primera vez nos visitará el Nuncio de Su Santidad en España, Mons. Bernardito Auza, quien presidirá las principales eucaristías, oficios y actos religiosos de las fiestas. Le agradezco mucho este gesto para con nuestra ciudad en sus días grandes.

Estos momentos en comunidad son una expresión fuerte y firme de nuestra fe inseparable de nuestras raíces y una gran manifestación pública de nuestra devoción a nuestra patrona. Niños, adolescentes, jóvenes, familias, mayores y ancianos, todos juntos, en paz y con alegría bajo el manto de la Virgen Blanca.

Le pedimos, con amor de hijos, en estas fiestas que interceda por nosotros y especialmente por los más pobres y enfermos. De ellos, aun sin ganas ni fuerzas, también son sus fiestas y ellos también tienen una Madre en Santa María la Blanca. Que Ella nos conceda vivir estos días con alegría, paz y fraternidad.

¡Viva la Virgen Blanca! Gora Andra Mari Zuriaren Jaiak! Agur besarkada bat!

Con todo mi afecto, mi bendición,

+Juan Carlos Elizalde
Obispo de Vitoria

Vitoria-Gasteiz, julio de 2024

© 2024 Diócesis de Vitoria / Gasteizko Elizbarrutia