Carta del Obispo por las fiestas de la Virgen Blanca 2023
Queridos fieles y amigos,
¡Viva la Virgen Blanca! Gora Andra Mari Zuriaren Jaiak!
Con gran alegría y devoción, nos unimos una vez más para celebrar las fiestas de la patrona de nuestra querida ciudad de Vitoria-Gasteiz. Estos son momentos muy especiales en el que nos reunimos para honrar a la Virgen Blanca y expresar que Ella es el centro, origen y horizonte de la fiesta. Os animo a participar en familia y con seres queridos en todos los actos religiosos, culturales, sociales y festivos de la mano de la Cofradía de la Virgen Blanca y de otras entidades de la ciudad
Es fundamental recordar y valorar el origen y la raíz religiosa que sustenta esta fiesta patronal dedicada a la Virgen María. Esta festividad no solo es una oportunidad para disfrutar de momentos de alegría y encuentro, sino también para profundizar en nuestra fe y mantener viva la esencia espiritual que la inspira. Basta echar la vista atrás para agradecer a nuestros padres, abuelos y demás generaciones haber mantenido viva esta fiesta que nos dice que tenemos Madre con mayúscula.
La Virgen, madre de Jesús, ocupa un lugar central en la fe cristiana y es venerada por millones de personas en todo el mundo, cientos de miles en nuestro territorio. Su ejemplo de humildad, generosidad, entrega y amor incondicional nos invita a reflexionar sobre nuestra propia relación con Dios y con el prójimo. Sobre nuestra propia vida.
Estas fiestas patronales son momentos privilegiados para honrar y agradecer la intercesión de María, la Virgen Blanca, en toda nuestra vida y en quienes la llenan. Son una oportunidad para unirnos como comunidad, compartiendo la devoción y el amor por nuestra Madre celestial. En este momento sinodal, no perdamos el rumbo en este sentido. Sigamos manteniendo viva la esencia mariana de esta fiesta para fortalecer nuestra relación con Dios, profundizar en nuestro crecimiento espiritual y encontrar consuelo y esperanza en momentos de dificultad. Mirar a Cristo en María durante estos días es una forma de reforzar nuestra identidad y mantener vivos esos valores y principios que nos guían como creyentes y como sociedad.
Es importante avivar la llama de la fe en nuestras celebraciones patronales. Desde las Solemnes Vísperas del día 4 con la bajada de Celedón y hasta la Salve Popular que cierra las fiestas en la noche del 9 de agosto son innumerables los actos de adhesión a María con la iglesia de San Miguel y su Capilla de la Virgen Blanca como epicentro. Las misas, procesiones, rosarios, ofrendas florales y aurreskus ante la hornacina de la Virgen Blanca durante estas jornadas facilitan ese necesario acercamiento a María, para seguir experimentando la presencia amorosa y materna de la Virgen Blanca en nuestras vidas y poder vivir así como auténticos discípulos de Cristo.
La Virgen Blanca representa para nosotros una Madre que nos convoca a todos a celebrar su maternidad vitoriana. Durante estas fiestas, tenemos la maravillosa oportunidad de reunirnos como una gran familia, unidos en nuestra fe y en el espíritu de comunidad, sin excluir a nadie por motivos de raza, credo, edad, sexo u origen.
Por ello, invito a todos y cada uno de los que llenan de vida a nuestra querida Vitoria-Gasteiz a unirse en estos días de fiesta para vivir juntos momentos de alegría, reflexión y oración, teniendo muy presentes en nuestra oración a quienes ya partieron a la Casa del Padre y también a quienes no tienen o no encuentran motivos para la fiesta. Seamos samaritanos, seamos simplemente buenas personas y brindémonos a ellas para que sientan que son importantes para nosotros. En medio de estas fiestas recordemos la importancia de todo cristiano con la solidaridad y la caridad hacia nuestros hermanos y hermanas más necesitados.
Este año María está más omnipresente que nunca en nuestra tierra en sus dos advocaciones, La Blanca y Estíbaliz, algo que nos ayudará a seguir impulsando todas las vocaciones en la Iglesia de Vitoria así como la promoción y maduración del laicado, de un sacerdocio preparado y entusiasta que trabaje por todas las vocaciones y una vida familiar y matrimonial donde el amor sea lo definitorio.
Que la Virgen Blanca nos bendiga abundantemente durante estos días y nos llene de gracia y alegría y sobre todo nos haga asentar un ocio sano, alejado de violencia, agresiones o intimidaciones de cualquier tipo. Las fiestas son de todos y todos han de disfrutarlas.
Que el amor maternal de la Virgen Blanca nos guíe a todos sus hijos e hijas de Vitoria-Gasteiz en nuestro camino y nos inspire a vivir de acuerdo con los valores del Evangelio.
Jai zoriontsuak! ¡Felices fiestas de la Virgen Blanca!
Mi abrazo y bendición,
+ Juan Carlos Elizalde
Obispo de Vitoria
En Vitoria-Gasteiz, a 29 de junio de 2023, festividad de los apóstoles Pedro y Pablo.
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