Celebración del 5º aniversario de Ali - Etxea
Hace cinco años comenzó la andadura del proyecto diocesano Ali-Etxea. Acompañados por personas de la Unidad Pastoral Ali-Sansomendi, de otras parroquias de la diócesis, voluntari@s del proyecto, amig@s… hemos querido hacer memoria agradecida de este tiempo:
- recordar los fundamentos de aquello que vivimos —unas relaciones humanas que nos ayuden a convivir en la diversidad para enriquecernos mutuamente—
- recordar el sentido humano y creyente, —desde Jesús— de esta experiencia de familia
- recordar a todas las personas que, de distintas maneras, hacen posible que este proyecto siga adelante
- y recordar también el grito de tantos seres humanos que sufren y mueren buscando un mejor presente y una posibilidad de futuro.
Comenzamos la Eucaristía viendo unas fotos de lo vivido en estos años: la reconstrucción, inauguración y bendición de la casa, la vida cotidiana en familia, l@s amig@s que nos visitan, l@s voluntari@s...
En la homilía, nuestro obispo Juan Carlos, nos alentaba diciendo que el fruto de la Eucaristía es la caridad, la fraternidad, la acogida, el amor entrañable. Cada uno aporte desde su situación, vocación, edad y posibilidad. Y añadía, que la vida eucarística, es un pan que no se ahorra y un vino que se derrama en favor de los hermanos. ¡Que así sea! Que pongamos todo nuestro empeño, —hagámoslo juntos— en que aquellos que llegan a nuestras puertas, a nuestras parroquias, a nuestras casas, a Ali-Etxea… arrodillados y humillados por la injusticia, puedan ponerse en pie y mirar de frente a la vida, con alegría y esperanza, aquí y ahora. Que pongamos toda nuestra sabiduría, —hagámoslo juntos— en denunciar a quienes, pudiendo, no hacen lo posible por abrir caminos de justicia, equidad y paz. Que pongamos todo nuestro afán —hagámoslo juntos— en gastar la vida, la nuestra, sin ahorrar el pan y derramando el vino, en Él, por los hermanos y hermanas.
Finalizamos la celebración compartiendo (¡un poco apretaditos!) un picoteo en el salón de Ali-Etxea. Gracias, a las personas con las que hemos convivido, que nos obligáis a crecer, a estirarnos por dentro para seguir haciendo hueco. Gracias a todas las personas que pudisteis acompañarnos en este día de celebración. Gracias, a quienes no pudiendo venir, nos habéis hecho llegar también vuestro recuerdo, oración y cariño. Gracias una vez más, a todas las personas que hacéis posible que este proyecto siga adelante.