Evangelio del día: «¡Dichoso el vientre que te llevó! Mejor: ¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios!». Lc11,27-28

Celebración del Corpus Christi el 3 de junio

El próximo domingo 3 de junio se celebra la solemnidad el Corpus Christi, solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, la Eucaristía. A las 12:00h. se celebrará en la catedral María Inmaculada la Solemne Misa Pontifical, presidida por el Obispo de Vitoria. Y a continuación, tendrá lugar una procesión por las calles de Vitoria.

La Iglesia celebra también en esa jornada el Día de Caridad. Con este motivo, el Obispo de Vitoria, D. Juan Carlos Elizalde, ha escrito una carta titulada Eucaristía — Cáritas — Procesión del Corpus en la que recuerda este vínculo:

"...pocas fechas mejores para celebrar el día de Cáritas, la caridad cristiana, que el día del Corpus. Y pocos signos que lo expresen tan bien que la Procesión del Corpus, escuela visible de comunión y solidaridad".

Carta Pastoral Eucaristía — Cáritas — Procesión del Corpus

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Información

  • A las 12:00h. celebración de la Solemne Misa Pontifical en la CoCatedral de María Inmaculada Madre de la Iglesia
  • A continuación, procesión por las calles de Vitoria con el siguiente recorrido: Catedral Nueva, Calle Prado, Plaza de la Virgen Blanca, Plaza de España, Lehendakari Aguirre, Calle Postas, Calle Prado y Catedral Nueva.

Corpus Christi - 3 junio 2018La Carta del Obispo conjuga la trilogía Eucaristía, Cáritas y Procesión del Corpus atendiendo a cuatro aspectos:

  1. Un mismo origen: la entrega por amor
    Seguir a Jesús es entregarse. Comulgar es decir también: “Este es mi Cuerpo que se entrega, Esta es mi Sangre que se derrama”. Nuestras Eucaristías están vacías si no terminan en el prójimo. Y nuestra caridad es pequeñaja y limitada si en lugar de alimentarse de la Eucaristía, parte sólo de nuestras fuerzas.
    La Procesión del Corpus rompe barreras, sale del templo a la calle, une a Dios y a los hombres, la religión y la vida, el cielo y la tierra, la adoración y la ayuda al hermano.
  2. Una adecuada expresión
    Los sacerdotes no somos dueños de la Eucaristía sino servidores del Señor y de los hermanos que tienen derecho a vivir una celebración tal y como la Iglesia celebra en los cinco continentes.
    A la correcta y común expresión litúrgica corresponde una expresión caritativa también auténtica. Cáritas aparece en nuestra ayuda para poder concretar adecuadamente.
    Adorar la Eucaristía es acercarnos a la cena de Jesús con sus discípulos. Los niños que este año están haciendo la Primera Comunión, están invitados como siempre a participar en la Procesión del Corpus delante del Santísimo.
  3. Un mismo fruto: la reconciliación
    La Eucaristía es la fuente de reconciliación puesto que es la expresión del amor extremo de Dios, sin condiciones, apasionado y hasta el fin, hasta dar la vida.
    Cáritas también es un pequeño milagro entre nosotros: fuente de cohesión social, factor de reconciliación entre irritantes desigualdades sociales, causa de promoción de los más débiles y serena lucha por la justicia, origen de la paz.
    La Procesión del Corpus es una visibilización del pueblo que genera la Eucaristía. Manifestarse en la calle con respeto, sin prepotencia, sin molestar a nadie, con alegría y alabando al Señor, es un acontecimiento que contribuye a la reconciliación social que tanto necesitamos hoy en nuestra tierra.
  4. Una fiesta de verdadera alegría
    Frente a la acedia: ¡la Encarnación del Verbo, Jesús, Dios con nosotros, que nos trae la alegría de ser salvados y conducidos a una vida eterna gozosa en amistad con Él! Este tesoro se esconde en la Eucaristía y se hace palpable cada vez que celebramos su memoria.
    La procesión del Corpus es un estallido de alegría por la presencia del Señor en nuestras calles. Se transforma en fiesta, esto es música, alabanza, encuentros, felicitaciones y alegría compartida. Es un adelanto del cielo porque eso es la Eucaristía.
    Cáritas brinda un cauce de colaboración para todas las edades y el Corpus es una buena ocasión para estrenarse en el servicio. Quien ya está participando en Cáritas ya ha comprobado la verdad de las palabras de Jesús: “Hay más alegría en dar que en recibir”.
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