Evangelio del día: «Yo y el Padre somos uno». Jn10,22-30

Celebramos la riqueza de la diversidad — Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza por

Como en años anteriores, con ocasión del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, la Asociación de Comunidades Cristianas Fe y Justicia en colaboración con el Servicio del Laicado, la Unidad Pastoral Santa María de Olárizu, Centro Pastoral BerriOna, Cáritas,… convoca a la celebración interreligiosa, abierta a todas y todos los que anhelamos un mundo sin desequilibrios, donde todas las personas sean tratadas con absoluta justicia, equidad y respeto.

Este año, en el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza celebramos la riqueza de la diversidad.

Queremos hacernos conscientes de que la diversidad nos enriquece y de la necesidad de que no haya personas invisibilizadas o rechazadas por su cultura, discapacidad, opción sexual, religión,…

La celebración tendrá lugar el sábado 21 de octubre, a las 17,30 horas en los locales de la  Parroquia de San Cristóbal de Vitoria-Gasteiz.

La pobreza, un problema de derechos humanos

Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, a nivel mundial, más de 800 millones de personas aún viven con menos de US$1,25 al día y muchos carecen de acceso a alimentos, agua potable y saneamiento adecuados.

«En un mundo caracterizado por un nivel sin precedentes de desarrollo económico, medios tecnológicos y recursos financieros, es un escándalo moral que millones de personas vivan en la extrema pobreza», tal y como se asegura en el prefacio sobre Los Principios Rectores sobre la Extrema Pobreza y los Derechos Humanos.

La pobreza no es solo una cuestión económica. Por ese motivo, debemos dejar de observarla exclusivamente como una falta de ingresos. Se trata de un fenómeno multidimensional que comprende, además, la falta de las capacidades básicas para vivir con dignidad. La pobreza es en sí misma un problema de derechos humanos urgente y es a la vez causa y consecuencia de violaciones de los derechos humanos, pues se caracteriza por vulneraciones múltiples e interconexas de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, y las personas que viven en ella se ven expuestas regularmente a la denegación de su dignidad e igualdad. Reducir la pobreza y erradicarla es por tanto una obligación de todas las sociedades.

Hace ya 30 años, el 17 de octubre de 1987, el padre Joseph Wresinski hizo un llamamiento para luchar contra esta lacra, animando a conmemorar el Día Mundial para la Superación de la Pobreza Extrema. Cinco años después la Asamblea General, inspirada en ese llamamiento, declaró el 17 de octubre como el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.

Más información, en el sitio de las Naciones Unidas.

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