Datos con Rostro, abril 2015
Unidos a Dios escuchamos un clamor
“A veces somos duros de corazón y de mente, nos olvidamos, nos entretenemos, nos extasiamos con las inmensas posibilidades de consumo y de distracción que ofrece esta sociedad. Así se produce una especie de alienación que nos afecta a todos, ya que está alienada una sociedad que, en sus formas de organización social, de producción y de consumo, hace más difícil la realización de esta donación y la formación de esa solidaridad interhumana”.
FRANCISCO, Exhortación Apostólica, Evangelii Gaudium. La alegría del Evangelio, nº 196
Para cualquier sugerencia, mayor profundización en los datos presentados o más información, consulta Mundo Obrero e Iglesia, del Secretariado Social Diocesano.