La Eucaristía es fuente y cumbre de toda vida cristiana. Es el sacrificio de Cristo que se hace presente sacramentalmente entre nosotros. Es el compendio de nuestra fe, acción de gracias, adoración y alabanza al Padre. Es el banquete del Señor y expresión de la unidad de la Iglesia entera que sigue su mandato: «Haced esto en memoria mía».
Recordando a nuestros difuntos
En la Santa Misa compartimos el Pan y la Palabra disponiéndonos a seguir el camino del Evangelio. Esto no puede comprarse ni venderse. Por eso, en esta parroquia se celebra siempre teniendo presentes las intenciones de quien lo solicite y de todos los fieles.
Si quieres ofrecer una misa por un difunto, ponte en contacto con nosotros.
Quienes reconocen el deber cristiano de colaborar con los gastos parroquiales, entregan su ofrenda en la forma que mejor les convenga.