Nos juntamos los martes a las cinco y media de la tarde. Tenemos grupos de Comunión y también de Post-Comunión y adultos. ¿Quieres apuntar a tu hija o hijo a catequesis para que se prepare bien y pueda hacer con ilusión su Primera Comunión? Estás en el sitio adecuado. Ponte en contacto con nosotros.
Catequesis de iniciación
Deseamos que todos los niños/as que así lo quieran, tengan una buena preparación para su Primera Comunión y sigan adelante con la catequesis una vez que la hayan realizado.
La matrícula para el nuevo curso tendrá lugar en los despachos parroquiales durante el mes de septiembre.
Para prepararse a la Primera Comunión, tenemos la catequesis con los niños los martes a las 17:30 horas, comenzando desde 1º de Primaria (6 años). Y una vez al mes, organizamos un encuentro con las madres y padres de familia a esa misma hora, en los despachos parroquiales. Además, si os parece oportuno, los padres podéis asistir a la catequesis de adultos en el mismo horario que vuestros hijos.
Este año, tenemos dos grupos de postcomunión: uno, lo martes a las 17:30; y otro, los domingos a las 10:00 h
Los padres que tienen como meta el crecimiento de su hijo no sólo en estatura, sino también “en sabiduría y en gracia ante Dios y los hombres”, aprecian este tiempo y lo estiman necesario para que la “semilla” que se plantó en su bautismo empiece a dar sus frutos:
- Descubrir que la vida es un regalo de un Dios Padre, que nos la da por amor y para amar.
- Conocer a Jesús, hecho hombre que pasó por el mundo “haciendo el bien” y anunciando la Buena Noticia del Reino de Dios.
- Conocer a Jesús que nos dice cuánto nos quiere, hasta dar la vida por nosotros.
- Conocer a Jesús que sigue vivo entre nosotros y se nos da como alimento con su Palabra y Pan de vida (Eucaristía).
- Vivir la alegría del perdón y el ser capaz de perdonar a los demás, etc.
Naturalmente, todas estas vivencias no se pueden conocer en un mes, ni en dos, ni en un año, ni en… Es tarea de toda una vida. De ahí, la importancia de entender la catequesis como un proceso.
La Primera Comunión es un momento importante en la vida de fe de un niño porque es cuando, de forma más consciente, va a experimentar en él, por primera vez, la presencia y amistad de Jesús. Este hecho será un hito en su vida; será un antes y un después.
Caer en la trampa del consumismo o hacer de la Primera Comunión sólo un acto social, sería confundir al niño, hacerle dudar de para qué se ha estado preparando durante todo ese tiempo. Sería como regalarle un gran paquete pero sin regalo dentro. Hacer fiesta sí, porque el acontecimiento lo requiere y la alegría se comparte con los más allegados; pero nunca de tal forma que ahogue el verdadero motivo de la misma: que Jesús, el amigo que nunca falla, viene por primera vez a su corazón.
La Primera Comunión de nuestros hijos puede aprovecharse también como un puente que nos transporta a la orilla inocente y feliz de nuestra propia infancia. Puede ser una buena oportunidad para rearmar nuestra casa espiritual, llena a veces de dudas y desánimos. Es una oportunidad fantástica para reconciliarnos con Dios Padre y superar todos nuestros miedos y perezas que nos paralizan y nos impiden acercarnos a Él. Eso será también un buen testimonio para nuestros hijos.