El Adviento es un tiempo de alegría

“Tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación” Papa Francisco

El Adviento es un tiempo de presencia y de espera de lo eterno; un tiempo de alegría íntima que nada ni nadie puede borrar: «os volveré a ver, promete Jesús a sus discípulos, y se os alegrará el corazón, y nadie os quitará vuestra alegría». El gozo en la espera es una actitud profundamente cristiana, que podemos ver en la Santísima Virgen: Ella, desde el momento de la Anunciación, esperó con amor de madre la venida de su hijo. María nos enseña a aguardar sin ansia la llegada el Señor, al mismo tiempo que nos preparamos interiormente para ese encuentro, con la ilusión de construir con el corazón un Belén para nuestro Dios.

“¿Qué es lo que pesa en mi espíritu? ¿Qué me hace sentarme en el sillón de la pereza? ¿Cuáles son las mediocridades que me paralizan, los vicios que me aplastan contra el suelo y me impiden levantar la cabeza? Y con respecto a las cargas que pesan sobre los hombros de los hermanos, ¿estoy atento o soy indiferente?” Papa Francisco