Evangelio del día: «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo». Jn6,44-51

Día Internacional para la Erradicación de la Violencia de Género

25N - NO a la violencia de género

Con motivo de la celebración del Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, la comisión de Mujer Laica del Servicio Diocesano del Laicado ha organizado una oración con el título Bienaventuradas las que lloran, porque alcanzarán misericordia, y ofrece el siguiente texto para ayudar a la reflexión personal.

 

TEXTO DE LA COMISIÓN DE MUJER LAICA DEL SERVICIO DIOCESANO DEL LAICADO

Esa no se iba a salir con la suya… Por mis cojones que si me dejas te mato, le advertí…”. Fue lo que dijo un maltratador, ya detenido, después de haber cumplido con su palabra…

Detrás de la violencia de género hay una estrategia en busca de un resultado que pasa por el control de las mujeres y su sometimiento a las pautas impuestas por el agresor. El daño es importante como castigo, pero, sobre todo, como forma de lograr ese dominio de la mujer.

Si queremos evitar los homicidios debemos evitar antes los golpes que someten a las mujeres y los pasos que se inician bajo las referencias de una cultura machista.

Los hombres asesinan a las mujeres porque dentro de la relación crean una convivencia basada en la violencia; y crean esa violencia porque su masculinidad los lleva a entender que ellos, como hombres, deben hacerse respetar e imponer el criterio que consideran más adecuado; y piensan de ese modo por una cultura construida sobre la desigualdad que ha situado a los hombres y lo masculino como referencia universal, y a las mujeres sometidas a sus dictados y órdenes. Por tanto, si de verdad se quiere acabar con los homicidios y la violencia de género hay que trabajar, y mucho, para romper con esa identidad en los hombres que lleva a la violencia como forma de conseguir sus objetivos.

El machismo es toda esa construcción social, no sólo el exceso en algunas de sus manifestaciones. El machismo es el orden impuesto de la desigualdad que da origen a todas las conductas que terminan en las expresiones que luego se cuestionan (violencia, discriminación, abuso…) cuando superan el umbral considerado como “normal” por la sociedad en cada momento histórico.

imagesLo ha hecho a lo largo del tiempo y ahora continúa adaptando el mensaje a la situación actual a través del posmachismo. Siempre ha sido esa su estrategia: “cambiar para seguir igual”. Cambiar en las formas, ceder tiempos y espacios, para mantener el poder de influir, premiar y castigar.

El machismo te necesita. Tú formas parte de la cultura que establece la desigualdad entre hombres y mujeres como referencia para articular la convivencia, y que deja en los hombres la capacidad de interpretar la realidad y de imponer su criterio.

Machismo eres tú si no haces algo para dejar de serlo. No hay neutralidad, o se hace algo para alcanzar la Igualdad y erradicar la violencia de género, o se está haciendo para que continúe la desigualdad y la violencia que ya existen.

El machismo y las  personas machistas lo saben, tú deberías saberlo también para actuar en consecuencia y evitar que te utilicen.

La distancia entre la desigualdad y la Igualdad no se mide en kilómetros, tampoco en días… Se mide en voluntades, y las voluntades en personas. Somos más quienes hemos decidido convivir sin la violencia género, por eso tenemos que demostrarlo, para que los machistas no se apropien de lo común… Y el movimiento se demuestra “andando”.

25 de noviembre, Día Internacional para la Erradicación de la Violencia de Género, es un buen día para decirle y repetirle NO al machismo.

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