Doscientos jóvenes visitan el monasterio de las Dominicas en Vitoria
Doscientos jóvenes del Camino neocatecumenal de Murcia llegaban a Vitoria el domingo día 20 de Julio. El motivo de su parada no era visitar la premiada Ciudad Gastronómica, sino conocer “in situ” la vida dominicana claustral, visitando el Convento de Santa Cruz, en el Casco Viejo de la ciudad..
Venían de paso hacia Bilbao (ellos y ellas desconocían su próximo destino, pero “el Señor nos guía y nos conduce”, repetían).
Cuando hacia las seis de la tarde el claustro de las dominicas se empezó a llenar de gente joven que transpiraba una alegría serena y compartía sin pudor las experiencias vividas por los lugares por donde habían pasado, la sorpresa iba en aumento.
La experiencia vocacional dominicana de las monjas contrastaba con el silencio y el interés de aquellos 200 jóvenes. Las Hermanas contaron su trayectoria vocacional: dudas, huidas, intentos…pero siempre la misma voz interior: Despierta y vive en el Amor de Dios. Les impactó cómo la vida en común resulta difícil y no evita dificultades y roces, pero al mismo tiempo la comunidad anima, apoya y hace crecer la fe. “Tomarse en serio el bautismo es tomarse en serio la vida en cualquier vocación”.
Los jóvenes ofrecieron una de sus danzas preferidas: “Id y anunciad a mis hermanos” si notarse para nada su cansancio; quizás porque les esperaba a continuación una abundante merienda.
Un enorme regalo no sólo para la Dominicas, sino para el grupo de voluntarios, seglares dominicanos de la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles y los que asistimos al encuentro.
Delegación Diocesana para la Vida Contemplativa
