Ejercicios Espirituales para todos en el Puente del Pilar
- Apúntate a esta tanda de Ejercicios Espirituales que iluminará tu proyecto de vida... en Cucho, ¡un entorno natural perfecto!
El Obispo de Vitoria te invita a rezar por el Sínodo en los Ejercicios Espirituales que dirigirá en Cucho desde el jueves 12 –20:00h– hasta el domingo 15 –16:00h–. Será la única tanda de Ejercicios en nuestra Diócesis para adultos y jóvenes durante la Asamblea Sinodal. El día 14 lo reservaremos, allí mismo en Cucho, como Retiro de Inicio de Curso.
El otro día nos decía el Papa Francisco: “El Espíritu Santo deshace, a menudo, nuestras expectativas para crear algo nuevo que supera nuestras previsiones y negatividades. Abrámonos e invoquemos al Espíritu Santo, Él es el protagonista. Y con Él caminemos, con confianza y alegría”.
D. Juan Carlos Elizalde nos propone una renovación personal y diocesana, al ritmo del Sínodo, para actualizar nuestro seguimiento al Señor en su Iglesia. "Ése será el objetivo de los Ejercicios Espirituales; mi objetivo también y el del equipo", indica el Obispo, que finaliza su invitación con estas palabras: "Agur besarkada bat! Con mis mejores deseos y todo mi afecto, mi bendición".
Deja que Dios cambie tus planes
Utzi Jaunari zure planak aldatzen
Ejercicios Espirituales para todos en Cucho (Condado de Treviño), en la Casa de Espiritualidad La Porciúncula, de las Hermanas Franciscanas de la Purísima. Para todas las edades.
Desde el jueves 12 (20:00h) hasta el domingo 15 de octubre (16:00h). Dirigidos por el Obispo de Vitoria, D. Juan Carlos Elizalde, y su equipo. Alojamiento en la Residencia Sagrada Familia (Cucho).
INSCRIPCIÓN AQUÍ
El precio (en régimen de todo incluido) es de 180€.
Infórmate
Por teléfono: 945 148 171 o por email: secretaria@diocesisvitoria.org
O también, en el teléfono móvil (y whatsapp): 74 74 420 72
Casa de Espiritualidad 'La Porciúncula'
Hermanas Franciscanas de la Purísima. Barrio Balneario s/n. 09215 Cucho (Condado de Treviño, Burgos)
¿Para qué?
- Los ejercicios espirituales se hacen para tomarse el Evangelio de Jesucristo en serio.
- Para romper las ataduras interiores que nos impiden ser verdaderamente libres para amar.
- Para descubrir el verdadero rostro de Dios, el que nos enseña Jesús.
- Para percibir el modo concreto en que Dios nos invita a amar y servir.
- Para no contentarnos con una vida mediocre, a medio gas, y llenarla de todo el sentido. Para ir más allá de las ideologías, de las buenas intenciones, de las emociones pasajeras y saborear una verdad gozosa que permanece…