El Espíritu lo fue llevando mientras era tentado — 1ª Semana de Cuaresma

En esta primera semana de Cuaresma, se proclama el Evangelio Lc 4, 1-13: El Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado
Jesús opta por un determinado estilo de vida
Jesús fue al desierto porque el Espíritu quiere mostrarle su misión. Ante la grandeza de ésta, Jesús se retira a orar intensamente y a discernir en su interior. El Señor Jesús se retira para estar solo. La tarea y la misión es una llamada de Dios Padre. Esto le llevará a un estilo de vida determinado, a una profunda fe en el Padre…
Hay ciertas cosas que una persona tiene que trabajar sola. Hay momentos en que tenemos que dejar de actuar y meditar, pensar, interiorizar... Fue una lucha dentro de su corazón, de su mente y de su alma. Son las tentaciones.
Conocer la voluntad de Dios; saber el camino y los estilos de vida a seguir; profundizar en la misión y vocación... es tarea de todos los cristianos.
Jesús al sufrir las tentaciones nos enseña que toda tentación llega como algo atractivo: consumo, diversión alocada, modas, placeres, poder, vanagloria…
Todos tenemos una misión más allá del "vivir por vivir". ¡Cuántas personas han caído en un conformismo sin sentido, sin ilusión, sin ganas por la vida!, o ¡cuántos han caído en una vida sin límites en el acumular riqueza, poder o placer! Optemos por el estilo de vida que optó Jesús. Seamos fieles a nuestra misión. Salgamos al encuentro y comuniquemos la voluntad de Dios.
Información
Puedes encontrar el díptico completo en el sitio del Plan de Evangelización salimosalencuentro.org
Muchas cosas tienen que reorientar su rumbo, pero ante todo la humanidad necesita cambiar. Hace falta la conciencia de un origen común, de una pertenencia mutua y de un futuro compartido por todos. Esta con-ciencia básica permitiría el desarrollo de nuevas convicciones, actitudes y formas de vida.
Papa Francisco, Laudato si’, n.202
Fededun guztientzat da Berri Onetik datorren eta fedeak eskatzen duen zuzentasunaren aldeko konpromisorako deia.
Elizbarrutiko III. Ebanjelizatze-Egitasmoa or. 37