«El trabajo, tema capital para la vida de las personas»
- Tribuna de opinión firmada por Elena Arce, militante de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Vitoria-Gasteiz.
- Las "cartas" publicadas responden única y exclusivamente al punto de vista de su autor. La Diócesis de Vitoria no se responsabiliza de las opiniones aquí expresadas.
Es necesario tomar conciencia de que el trabajo condiciona la vida de las personas, de las familias y de la sociedad de manera muy significativa. Y sin embargo, muchas veces, en amplios sectores de sociedad y de la misma Iglesia no ocupa el lugar de preocupación y atención que debiera. Me limitaré a destacar algunos puntos de este amplio e importante tema.
El papa Francisco afirma que "el gran tema es el trabajo. Lo verdaderamente popular —porque promueve el bien del pueblo— es asegurar a todos la posibilidad de hacer brotar las semillas que Dios ha puesto en cada uno, sus capacidades, su iniciativa, sus fuerzas. Esa es la mejor ayuda para un pobre, el mejor camino hacia una existencia digna". (Fratelli tutti 162)
Es por esto, porque está en juego la dignidad de las personas, y de modo especial de los últimos, por lo que el trabajo debería ocupar un lugar central en la pastoral de toda la Iglesia. Es más, ésta tiene la obligación urgente de abordar la situación de injusticia y deshumanización que padecen muchas hermanas y hermanos nuestros a consecuencia de unas relaciones laborales y un mercado de trabajo caracterizado por la inestabilidad y la inseguridad, incluso en tiempos de crecimiento económico, que intensifican la precariedad, la pobreza y la exclusión para una gran parte de la población y que conlleva grandes beneficios para una minoría.
A pesar de que, en la actualidad, se está generando empleo, las condiciones laborales siguen sin ser dignas para muchas personas. Muchas de ellas, a pesar de tener un trabajo, no consiguen salir de la pobreza.
En cuanto al desempleo sigue siendo una gran lacra de nuestra sociedad: más de un millón de hogares tiene a todos sus miembros activos en situación de desempleo y desprotección. El desempleo se ceba de un modo especial entre la juventud y las mujeres.
Estas situaciones de exclusión aumentan en las personas de origen extranjero, sobre todo si se encuentran en situación administrativa irregular. Todas estas personas se ven abocadas al trabajo en la economía sumergida.
Como cristianas y cristianos tenemos que acercarnos y acompañar a estas personas llevando el Mensaje de Jesús, un mensaje de liberación, al Mundo Obrero y del trabajo, comprometiéndonos en la defensa de la dignidad del trabajo para transformar esa realidad. Para ello es necesario dedicación, diálogo, esfuerzo y organización. Y todo ello, con el compromiso tanto a nivel personal, como en nuestros ambientes y en las instituciones, luchando y reivindicando:
- Igualdad salarial entre mujeres y hombres.
- Creación de empleo juvenil de calidad
- La promoción de un entorno de trabajo seguro.
- Que las personas empleadas de hogar tengan acceso a los mismos derechos.
- La regularización urgente de las personas
- El acceso a medidas de protección social.
La Iglesia, en la acción pastoral, tiene que buscar siempre nuevas formas y nuevos métodos para hacer presente a Cristo y los valores del Evangelio en el mundo del trabajo, sin ceder al desaliento, reclamando, junto al papa Francisco, el trabajo “especialmente trabajo decente y no de cualquier modo”, como garantía para la inclusión, el desarrollo y la dignidad de las personas.
Elena Arce es militante de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Vitoria-Gasteiz.
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