Evangelio del día: «Yo he venido al mundo como luz». Jn12,44-50

Encuentro con el amor de Dios — Jornada Mundial de la Vida Consagrada

El 2 de febrero, fiesta litúrgica de la Presentación del Señor, se celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, con el lema La vida Consagrada, encuentro con el Amor de Dios. Para orar y celebrar esta fiesta, "además de las celebraciones propias de cada comunidad o parroquia, a las seis de la tarde, en la cripta de María Inmaculada, tendremos la celebración presidida por el señor Obispo. Nuestra mente ese día estará en cada religioso o religiosa conocidos que siguen respondiendo al deseo del Señor de salirnos al encuentro. De modo especial, nuestro pensamiento nos llevará de nuevo a las Hermanitas de los Pobres de las que nos despedíamos hace bien poco."

Así nos invita Alfredo Arnáiz, Delegado Episcopal para la Vida Consagrada, en una carta que ha enviado a toda la Diócesis con motivo de esta celebración. En ella saluda:

"a las parroquias y demás comunidades deseando que viváis con intensidad esa fiesta hermosa, también llamada por nuestros hermanos de rito bizantino “El Encuentro” (Hypapante). El Señor se encuentra con su pueblo en las personas de Simeón y Ana. Es el mismo que hoy y siempre desea encontrase con nosotros, ser nuestra luz y llenarnos de dicha por dentro."

Esta Jornada se presenta como una “nueva ocasión de entrar en lo íntimo de uno mismo, para ver qué es lo esencial, lo más importante para nosotros, y qué nos está distrayendo del amor y por tanto nos impide ser felices. El amor de Dios es fiel siempre, no desilusiona, no defrauda”, recuerda la Comisión para la Vida Consagrada en su mensaje.

Consulta toda la información sobre la celebración en el sitio de la Conferencia Episcopal.

Lee íntegro el mensaje del Delegado Diocesano para la Vida Consagrada

Jornada Mundial de la Vida Consagrada
Biziera Sagaratuaren Eguna
2 de febrero de 2018 otsailaren 2an

La vida consagrada, encuentro con el amor de Dios
Jainkoaren maitasunean bizi

Queridos hermanos y hermanas:

Cercano el día de la Presentación del Señor aprovecho para enviar un saludo fraterno y por partida doble. Os saludo a las parroquias y demás comunidades deseando que viváis con intensidad esa fiesta hermosa, también llamada por nuestros hermanos de rito bizantino “El Encuentro” (Hypapante). El Señor se encuentra con su pueblo en las personas de Simeón y Ana. Es el mismo que hoy y siempre desea encontrase con nosotros, ser nuestra luz y llenarnos de dicha por dentro. Que sea un día de gozo y un ánimo para nuestras gentes tan necesitadas siempre de Jesucristo,  “luz para alumbrar a las naciones” (Lc 2,32).

El otro saludo cercano y agradecido es para religiosas y religiosos, cristianos de especial consagración, que en ese día viven una jornada muy suya: la de la Vida Consagrada. También vosotros camináis con el convencimiento de que la vida consagrada es un encuentro con el amor de Dios. Así lo refleja el lema de este año y sabemos que es cierto. Lo han dicho de forma hermosa los obispos de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada: “Todos estamos invitados a trabajar por «la cultura del encuentro», que inicia con la acogida del amor de Dios que devuelve el sentido a la propia realidad y nos impulsa a narrar a otros las maravillas de este amor, nos lanza a la evangelización con la palabra y las obras que fluyen de una existencia transfigurada. La cultura del encuentro nos dispone no sólo a dar, sino también a recibir de los otros, a compartir, convivir, ayudarnos como una sola familia humana, como hermanos, en las grandes necesidades y en las pequeñas cosas cotidianas”.

Continuaban diciendo que “los consagrados son testimonio vivo de que el encuentro con Dios es posible en todo lugar y época, de que su amor llega a todo rincón de la tierra y del corazón humano, a las periferias geográficas y existenciales. La vida consagrada es la respuesta del encuentro personal con Dios, que se hace envío y anuncio. Esta Jornada debe ser una ocasión para promover el conocimiento y la estima de la vida consagrada como forma de vida que asume y encarna el encuentro con el amor de Dios y con los hermanos, manifestado en la entrega profética desde cada carisma fundacional”.

Y añadían también, pensando en todos nosotros: “En esta Jornada Mundial de la Vida Consagrada damos gracias a Dios por todas las personas de especial consagración, que desde las diversas vocaciones y formas de vida y servicio son presencia elocuente del amor de Dios en el mundo. Invitamos encarecidamente a todos los fieles cristianos a dar gracias a la Trinidad por el don de la vida consagrada, que siempre es «iniciativa del amor del Padre»”.

Quiera Dios que seamos todos personas de encuentros: con la Santísima Trinidad, con cada persona que vive a nuestro lado y también, es este momento clave de nuestra Diócesis, con las distintas respuestas vocacionales que nos enriquecen y animan. Jornada de la Vida Consagrada, fiesta de la Presentación del Señor, razón de más para seguir creciendo en relaciones profundas que nos lleven a vivir unidos el Evangelio.

Que sea un día provechoso, especialmente en la oración. Y además de las celebraciones propias de cada comunidad o parroquia, a las seis de la tarde, en la cripta de María Inmaculada, tendremos la celebración presidida por el señor Obispo. Nuestra mente ese día estará en cada religioso o religiosa conocidos que siguen respondiendo al deseo del Señor de salirnos al encuentro. De modo especial, nuestro pensamiento nos llevará de nuevo a las Hermanitas de los Pobres de las que nos despedíamos hace bien poco.

Desde la contemplación de Cristo niño que quiere estar también en nuestros brazos, un cordial saludo.

 

                                               Alfredo Arnáiz,
Delegado Episcopal para la Vida Consagrada.

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