Evangelio comentado 25 abril
Lee la Palabra de Dios y tómate un tiempo para meditarla. ¡Feliz lectura!
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Marcos 16, 15-20
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los once y les dijo:
«ld al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.
El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado.
A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos».
Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Ellos se fueron a predicar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.
Comentario por Nacho Eguizábal
Jesús se les apareció y les dijo: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación”. Ellos fueron … y el Señor cooperaba con sus señales.
Todas las apariciones de Jesús resucitado llevan un encargo aparejado. Id y proclamad… Hoy, en la Pascua de la pandemia, del confinamiento, del dolor por los seres queridos que se han ido, de vulnerabilidad y la incertidumbre, ¿qué nos encarga hoy Jesús resucitado? ¿Qué se encierra, en nuestro tiempo actual, tras las palabras “Id y proclamad”?
Id y proclamad… la solidaridad. Pongamos por delante el bienestar del colectivo por encima del propio. El confinamiento es un ejercicio de solidaridad. Intentamos con él que nuestros hospitales sean capaces de asumir las necesidades asistenciales, evitando así tener que elegir a quién curamos y a quién no. ¿Podemos vivir el confinamiento como un acto de solidaridad?
Id y proclamad… la esperanza. Seguimos a un fracasado. Una persona ajusticiada por vivir desde el amor y ser consecuente hasta el final. En este tiempo de Pascua, ese mismo fracasado se nos presenta rescatado de la muerte por un Padre que, respetando nuestra libertad humana, sigue apostando por el Amor y continúa con nosotros. Está vivo, consolando a quien le escucha y alentando la nueva humanidad reconciliada.
Ve y proclama… Es un mensaje para cada uno y cada una, con nuestro nombre por delante: Grita tu esperanza y tu solidaridad, espera en el futuro, trabaja para que Jesús resucitado, Amor encarnado, sea la inspiración de la humanidad y de cada hombre y cada mujer.