Experiencias de verano: Campamentos de niños y jóvenes de San Viator y parroquia San Mateo
Del 4 al 14 de julio hemos vivido una experiencia inolvidable con diferentes congregaciones religiosas y diócesis de España: grupo CRISOL de San Viator de Vitoria-Gasteiz, al que se unió un grupo de jóvenes de la parroquia San Mateo de la misma ciudad; San Viator de Huesca; GOV de San Viator de Valladolid; Corazón de María; Filipenses; Hijas de Cristo Rey; Carmelitas Vedrunas y El Reinado. El lema que nos ha acompañado todos los días, recordando el mundial que se ha celebrado este verano: ‘Juntos en el corazón del mundo’.
El objetivo de este campamento: reunir a niños y niñas y jóvenes de 9 a 16 años de diferentes lugares, y ayudarles a crecer como personas y en valores mediante actividades y juegos (que preparaban los monitores y pre-monitores) y oraciones (que preparaba JJ Ruiz de Eguilaz, del grupo CRISOL), que nos acercaban a la dimensión religiosa también a través de las canciones.
Varios integrantes que acudíamos por primera vez al campamento de verano afirmábamos que es una experiencia única: desde el primer día te sientes acogido y con muchos amigos. Las actividades, que nos ayudan a educarnos en valores, has sido muy diversas. Hacer el Camino de Santiago durmiendo en un pueblo cercano a Carrión: Villalcazar de Sirga. Además, en Aguilar de Campoo pudimos visitar las cuevas de los franceses y un monasterio de monjes.
Hemos realizado varios talleres de baile, de reciclaje, de flores secas, de piedras del Camino de Santiago y unos cuantos más. En el tiempo libre no dudábamos en darnos un chapuzón en la piscina para acompañar al buen tiempo.
Y finalmente una cosa a destacar de este campamento es que no solo consigues que todos los jóvenes tengan una sonrisa y que haya un ambiente alegre entre todos los monitores, sino que ha sido una felicidad compartida: con las personas ancianas que hay en residencias (paseando con ellos, hablando con ellos, cantando y bailando con ellos); con las monjas de San Agustín, hospitaleras del Camino de Santiago, que nos acogieron con sus canciones y nos entregaron una estrella que significa ‘buen camino’; y, ¡cómo no!, con los vecinos de Villalcazar de Sirga, cantando y bailando con ellos (viendo tanta alegría, un vecino exclamó: “estos chicos, parecen de otra galaxia”)
¡Estamos deseando que llegue el próximo encuentro!
(Autor: Adrián Pisabarro)