Evangelio del día: «Ascendió al cielo y se sentó a la derecha de Dios». Mc16,15-20

Guardianes de la Palabra de Dios — 6ª Semana de Pascua

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Vendremos a él y haremos morada en él

La vida de Jesús fue una pasión permanente por recuperar en cada persona la dignidad de hijo e hija de Dios, reflejo de su gloria, objeto de la ternura infinita de su amor. Cada persona ha sido regenerada por la preciosa sangre de Jesús.

En ese apasionamiento gastó su vida cuando pasaba al lado de cada persona haciendo el bien… Es como si buscara el perfil único, singular con el que le marcó su Creador. Y cada uno que se acercaba a Él, cambiaba. Por eso, los primeros cristianos suscitaban admiración… “mirad cómo se aman”.

Con la resurrección de Jesús su obra se consolida, sus seguidores se reafirman y los rasgos se definen con más nitidez. Diríamos que los creyentes son personas de relación permanente con Jesús, abiertas a la escucha y a la acción de Dios Padre. Y con esa actitud se saben ocupadas por el Espíritu.

Así, los bienes materiales pasan a segundo plano. La vida del discípulo es austera. Conscientes ya de la Vida sobreabundante que reciben, protegen cualquier forma de vida, cuidan de la naturaleza. De manera especial respetan la dignidad de cada persona, y se solidarizan con las más débiles.

El mundo, las personas, hemos sido alcanzadas por la fuerza imparable de la resurrección. Somos conscientes de ella y nos sentimos plenificadas en la plenitud de Jesús. No cabe mayor dicha ni felicidad. A los seguidores de Jesús nos inunda la alegría porque su plenitud es nuestra plenitud. Porque la Vida siempre vence a la muerte.

Información

No tengas miedo de la santidad. No te quitará fuerzas, vida o alegría. Todo lo contrario, porque llegarás a ser lo que el Padre pensó cuando te creó y serás fiel a tu propio ser. Depender de Él nos libera de las esclavitudes y nos lleva a reconocer nuestra propia dignidad.

Papa Francisco,
Gaudete et exsultate, n. 32

Fededun bakoitzaren konpromiso eraldatzailea adoretu eta babestu gizartean eta bizitza publikoan, behartsuen aldeko lehentasuneko aukeratik, “denona den etxea” zainduz eta pobretasun eta bazterketaren arrazoien aurkako borrokan lagunduz.

Elizbarrutiko III. EbanjelizatzeEgitasmoa or. 40

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