Evangelio del día: «Algunas mujeres acompañaban a Jesús y lo ayudaban en sus bienes». Lc8,1-3

Histórica visita del Nuncio Apostólico a Vitoria-Gasteiz

El Nuncio del Papa Francisco en España, Mons. Bernardito Auza, partió a última hora del 5 de agosto hacia Madrid para regresar a la Nunciatura Apostólica, sede de la embajada del Vaticano. Y lo hizo tras pasar dos intensas jornadas en su primera visita a Vitoria con el objetivo de presidir las principales celebraciones y actos religiosos con motivo de las fiestas de la Virgen Blanca, patrona de la cuidad.

En esta histórica cita para la Iglesia alavesa, Mons. Auza pudo conocer de primera mano los dos principales días de las fiestas patronales, desde la bajada de Celedón, las Solemnes Vísperas, la procesión de los Faroles, el Rosario de la Aurora, la misa en la plaza de la Virgen Blanca y hasta la Misa Pontifical en el día grande de las fiestas.

El recibimiento oficial fue a primera hora de la tarde del día 4 de agosto. La alcaldesa, Maider Etxebarria, invitó al Nuncio del Papa a la sede del Ayuntamiento en la Plaza de España para darle la bienvenida a la ciudad. La máxima representante municipal le agradeció su visita, le resumió los principales atractivos de la ciudad y le alentó a volver para conocer más y mejor todo lo que Vitoria ofrece.

Tras esta audiencia, a la que le acompañó el Obispo de Vitoria, la comitiva eclesial se trasladó a la casa parroquial de San Miguel, desde donde pudo ver el chupinazo y la bajada de Celedón. En ese momento, D. Juan Carlos Elizalde le colocó el pañuelo en el cuello, algo que haría pocos minutos después el propio Celedón –Iñaki Kerejazu– con el máximo responsable de la Iglesia vitoriana, tal y como hacía Gorka Ortiz de Urbina nada más llegar a la Balconada.

Después de este intenso momento, el Nuncio presidió las Solemnes Vísperas dando la bienvenida a San Miguel al Diputado General, Ramiro González, la presidenta de las Juntas Generales, Irma Basterra y las consejeras del Gobierno vasco, Nerea Melgosa y Amaia Barredo. Tras incorporarse la junta de la Cofradía de la Virgen Blanca y la corporación municipal encabezada por la alcaldesa, dedicó unas palabras de agradecimiento tanto a instituciones como a la Diócesis por la hospitalidad y la cercanía en esta histórica visita del Nuncio a Vitoria.

Ya por la noche pudo ver la procesión de los Faroles desde un punto del recorrido, algo que le asombró por su belleza y signo de devoción popular, retirándose antes de finalizar para poder descansar de cara a la temprana cita del día siguiente.

A las 06:30h de la mañana, Mons. Auza, junto con el Obispo Elizalde, participaron en el multitudinario Rosario de la Aurora por las calles de la parte histórica de Vitoria. Miles de personas inundaron sus calles algo que volvió a asombrar al representante del Papa en España. Al llegar a la Plaza de la Virgen Blanca, abarrotada de personas esperando para la misa pública de las 08:00h, el Nuncio quiso saludar brevemente e impartir la bendición papal a los allí congregados.

A la 10:30h presidió la Misa Pontifical en un templo de San Miguel lleno de fieles en sus tres naves, muchos de ellos incluso sentados en el suelo, donde expresó todo lo vivido en estas horas atrás. “En las horas que llevo entre vosotros ha llegado a mi corazón el profundo cariño que tenéis a la Virgen Blanca. Estoy emocionado por todo lo que he visto y vivido y agradecido al Obispo por su invitación que está siendo una grata ocasión para conocer a la Diócesis y a la preciosa ciudad de Vitoria”. Al finalizar esta Misa Pontifical por el día de la Virgen Blanca, D. Juan Carlos Elizalde tomo la palabra para agradecer al Nuncio su presencia. “En nombre de la Iglesia de Vitoria y me atrevo también a sumar al resto de instituciones civiles, cofradías, familias, cuadrillas de blusas y neskas que tan bien han acogido con cariño su presencia, gracias de todo corazón por habernos acompañado en estos días grandes en honor de nuestra patrona”. El prelado ha asegurado que “le he visto disfrutar desde el recibimiento por parte de la alcaldesa, el chupinazo, en las solemnes vísperas, en las procesiones y rosarios y ahora aquí”. “Vitoria ya está en su corazón de manera efectiva y su visita es una caricia del Papa Francisco para nuestra Diócesis, para Vitoria y para nuestra tierra”.

En su agenda también ha tenido tiempo de visitar las dos catedrales, el Museo de Arte Sacro, el Seminario de Vitoria o la sede del Obispado entre otras y ha podido conocer varias delegaciones diocesanas y obras sociales como Berakah saludando a su responsable, el diácono Fidel Molina, y ha visitado a varias religiosas de vida contemplativa presentes en la ciudad además de mantener reuniones con distintas realidades eclesiales. Una intensa y profunda visita que quedará en la memoria de la Diócesis de Vitoria y también de las fiestas de la Virgen Blanca 2024.

Conoce aquí más sobre esta histórica visita y lee sus homilias.


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