Iª edición del campeonato de fútbol 'Beato Pedro de Asúa'
Ya están disputándose los partidos de fútbol del campeonato organizado por el Seminario de Vitoria. Después de cuatro décadas, este centro formativo para futuros sacerdotes ha retomado su actividad deportiva con este torneo que recuerda a los que se disputaban en los años 60 y 70 cuando Vitoria contaba con decenas de candidatos al sacerdocio.
Este campeonato de fútbol sala cuenta con 6 diferentes equipos en los que participan seminaristas, curas jóvenes y religiosos. Bajo el nombre oficial de ‘Iª edición del campeonato Beato Pedro de Asúa’ –en honor a este sacerdote, arquitecto del seminario y mártir asesinado al inicio de la Guerra Civil por su fe en Cristo– en torno a 40 participantes están disputando durante todo el mes de noviembre distintos partidos clasificatorios hasta llegar a la final que será el 17 de diciembre.
Utilizando la canchas de varios centros cívicos de la ciudad, los equipos se reúnen para vivir en espíritu de fraternidad, comunión y deportividad este torneo competitivo que se complementa con su formación teórica en el caso de los seminaristas y con su actividad pastoral en el caso de los sacerdotes y frailes. Así, durante todos los martes y viernes de este mes se irán disputando encuentros clasificatorios con Juan Carlos Pinedo en el arbitraje.
Este sacerdote, actualmente párroco de San Vicente Mártir y de Santa María, ambas en el Casco Histórico, fue el árbitro en un innumerable elenco de partidos de fútbol en los años 60 y 70 en el Seminario de Vitoria y después en Ecuador en los años 80 y 90, donde como misionero, además de impartir justicia en el campo, fue también entrenador de futbol en la provincia de San Isidro-Manabí, donde estaba y sigue estando el cuartel general de los misioneros vascos en este país.
Los equipos son en total seis, dos formados por seminaristas, dos por sacerdotes jóvenes, uno por religiosos y otro mixto con laicos. Uno de los objetivos es perpetuar este campeonato en el tiempo incluso incluir a más equipos en el futuro llegados de parroquias, colegios y otras entidades eclesiales o del tejido social de Vitoria para seguir impulsando la colaboración, el diálogo y la misión de nuestra Iglesia –abierta, en salida y sinodal– en nuestro territorio a través de la práctica deportiva.