Domingo IV T.O.(A)
27/01/2020
Las bienaventuranzas nos presentan a los que son objeto de una declaración sorprendente (pobres en el espíritu, quienes lloran…); y la razón, la causa del porqué ellos son bienaventurados: son acciones que Dios, Padre bueno y providente con entrañas de Madre, realizará en el futuro, pero que comienzan y terminan en el presente.