Domingo VII. La Ascensión. Tiempo de Pascua (A)
El evangelio, que había comenzado bien enraizado en el pueblo de Israel (Mt 1,1-17) termina con una apertura universal para que la salvación de Dios, mediante el seguimiento de Jesús, abrace a todos los pueblos de la tierra. Sin embargo, la promesa de que en Jesús está Dios-con-nosotros (Mt 1,23), continúa vigente para todo este tiempo: Yo estoy con vosotros (Mt 28,20)