Letras Apostólicas
Francisco, Obispo, Siervo de los Siervos de Dios, a su amado hijo Juan Carlos Elizalde Espinal, del clero de la Sede metropolitana de Pamplona y Tudela y allí hasta ahora Vicario Episcopal, elegido Obispo de Vitoria, mi saludo y Bendición Apostólica.
Habiendo sido designado Pastor de la Iglesia Catedral de Vitoria, vacante por la renuncia del Venerable Hermano Miguel José Asurmendi Aramendía, SDB, con el consejo de la Congregación para los Obispos, tú, amado hijo, provisto de las debidas dotes y experto en los asuntos eclesiales y en Teología Espiritual, nos pareces digno para regirla.
Así pues, Nos situado en la Cátedra de Pedro y solícito del bien de todo el rebaño del Señor, con Nuestra Apostólica potestad te nombramos Obispo de Vitoria con todos los derechos y obligaciones.
Permitimos que recibas la ordenación de cualquier Obispo católico fuera de la ciudad de Roma observadas las leyes litúrgicas y hecha la profesión de fe y el juramento de fidelidad hacia Nos y Nuestros Sucesores según los sagrados cánones y costumbres.
Además mandamos que estas Letras sean puestas en conocimiento del clero y del pueblo de la diócesis; a los que animamos a que te reciban con alegría y permanezcan siempre unidos contigo.
Por último, amado hijo, al asumir el gravísimo oficio de Obispo, haz que los fieles a ti confiados continúen creciendo cada día en la fe, la esperanza y, sobre todo, la caridad, Reina de todas las virtudes.
La Paz y la Luz de Cristo, con la protección de Santa María Virgen, estén siempre contigo y con esa querida comunidad eclesial en la amada España.
Dado en Roma, junto a San Pedro, el día ocho del mes de Enero del año del Señor dos mil dieciséis, en el Jubileo de la Misericordia, tercero de Nuestro Pontificado.
Francisco