Evangelio del día: «Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida». Jn6,52-59

Los testimonios de dos misioneros en el DOMUND 2017 de Vitoria

"Todo el mundo puede ser valiente desde donde está y compartiendo desde lo que tiene", este es el mensaje que la misionera Covadonga Orejas, Carmelita Vedruna, está trasladando estos días a los niños y niñas en las aulas de los colegios que está visitando en Vitoria Gasteiz. Covadonga ha acudido a nuestra diócesis con motivo de la campaña del DOMUND 2017, que se celebra el domingo 22 de octubre, con el lema "Sé valiente, la Misión te espera". El mensaje que quieren difundir estos días en las aulas es sencillo:  "Se trata de conectarse con lo que acontece en el mundo a través del corazón: ¿ qué es lo que sientes cuando ves la realidad? Los niños y jóvenes de aquí tienen curiosidad, ganas de saber, porque tienen un enorme desconocimiento de África y todo les suena a nuevo".

Covadonga vivió durante quince años la experiencia de la misión en campos de refugiados en diferentes países de África. Cuando llegó se combatía en las guerras de Liberia y Costa de Marfil, así que se unió al trabajo del Servicio Jesuita a los Refugiados en los campos. Posteriormente en los campos de refugiados de la frontera entre Togo y Gabón, descubrió que los más vulnerables eran los niños y sobre todo las niñas, víctimas del tráfico de personas. Por eso su trabajo se enfocó además hacia las causas de esa desprotección, y se intentaba incidir en la educación en el país de origen de esas niñas, Togo.

El sacerdote Luis Miguel Avilés ha acudido también a nuestra ciudad con motivo del DOMUND 2017. Trabaja actualmente en los servicios de Animación Misionera del Instituto Español de Misiones Extranjeras y participa en la Secretaría de la Pontificia Unión Misional de OMP. Pero durante diez años y medios compartió su vida, como misionero, en la diócesis tailandesa de Udon Thani, al noreste del país. Una diócesis de siete provincias, con casi siete millones de habitantes y apenas un 0,3% de católicos. "Los cristianos, católicos y protestantes, apenas alcanzan el 1% de la población del país y en la diócesis en la que yo estuve fundamentalmente era una comunidad con un gran porcentaje de inmigración de origen vietnamita, laosiano y chino.  Muchos de ellos refugiados e indocumentados, por lo que también se hacía un trabajo importante con el Servicio Jesuita a Refugiados" - explica.

Domund17 - Sé valiente: la misión te esperaAdemás de la evangelización, el trabajo en su diócesis se dedicaba de manera importante a la formación de líderes cristianos: "se forma a catequistas, delegados de la Palabra... hay que tener en cuenta que en los años 40 y 50 sacerdotes y misioneros fueron expulsados del país y fue gracias  a esos líderes o catequistas que quedaron que se mantuvo la llama". Otra parte del trabajo que realizan se orienta hacia las situaciones de pobreza y miseria de la comunidad. Luis Miguel recuerda a tres niños de una de las comunidades más pobres de su diócesis: "vivían con su abuela, cuidaban de ellos mismos y sus maestros nos pedían ayuda a la parroquia porque pasaban hambre y no rendían. Cada vez que visitaba su comunidad me asaban a preguntas: ¿hay niños pobres en España?, ¿hay en España catequistas tan buenas como la nuestra, que nos cuida y se preocupa?... El día de mi despedida llegaron cargados con tres bolsas enormes llenas de arroz, y me dijeron: "Arroz para los niños pobres de España"...El arroz me lo traje a España y lo repartimos en una jornada de la Infancia Misionera. Ese arroz era un auténtico sacramento del compartir de aquellos niños.  Allí también comparten y rezan por otros niños y niñas del mundo...".

"La desigualdad, la pobreza, la guerra y las catástrofes naturales hacen que la gente se mueva. Nadie se mueve si está bien en su país de origen. Y se pasa muy muy mal en el camino para buscarse una vida mejor", concluye Covadonga.

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