Evangelio del día: «Vi a Jesús, lleno de la alegría del Espíritu Santo». Lc10,21-24

Mensaje por la COP29: 'Ahora también es posible'

A raíz de la celebración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático –más conocida como COP29–, la Comisión de Ecología Integral de la Diócesis de Vitoria ha preparado una comunicación bajo el título 'Ahora también es posible'.

En el texto se detalla el objetivo de la COP29 así como la postura de la Iglesia ante dicha conferencia de la ONU.

AHORA TAMBIÉN ES POSIBLE
Reflexión en torno a la COP29

“Dios, que nos convoca a la entrega generosa y a darlo todo, nos ofrece las fuerzas y la luz que necesitamos para salir adelante. En el corazón de este mundo sigue presente el Señor de la vida que nos ama tanto. Él no nos abandona, no nos deja solos, porque se ha unido definitivamente a nuestra tierra, y su amor siempre nos lleva a encontrar nuevos caminos” (Laudato si', 245)

El pasado 11 de noviembre se inauguró, en Bakú (Azerbaiyán) la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, más conocida como COP29, cuyo tema esencial es el de la financiación climática para los países empobrecidos. Los gobiernos están divididos en cuanto a quiénes deben aportar el dinero, cuánto se debe aportar y qué forma debe adoptar esa ayuda. También se debatirá la mejor manera de llevar adelante los resultados de la COP 28 del año pasado (Dubai), incluido un acuerdo global para lograr «la transición que abandone los combustibles fósiles», elemento clave para solucionar la crisis climática, pero aún hoy demorado.

Incluso podemos añadir un elemento más apuntado por el Papa Francisco en su Exhortación apostólica Laudate Deum (n. 55) «la transición que se necesita, hacia energías limpias como la eólica y la solar, abandonando los combustibles fósiles, no tiene la velocidad necesaria». Un elemento de urgencia.

Las claves de reflexión y de conocimiento están apuntadas de varias formas y en muchos lugares. Así, recientemente finalizó la Cumbre de la Biodiversidad en Cali (Colombia), celebrada del 21 octubre al 3 noviembre. El país anfitrión priorizó que se vinculara la acción climática y la pérdida de biodiversidad.

Hemos de reconocer que la COP29 se sitúa en un contexto condicionado por una creciente desilusión con las instituciones multilaterales y las tendencias peligrosas a construir muros. El egoísmo –individual, nacional y de grupos de poder– alimenta un clima de desconfianza y división que no responde a las necesidades de un mundo interdependiente en el que deberíamos actuar y vivir como miembros de una familia que habita la misma aldea global interconectada.

Nos sumamos a la llamada del Papa Francisco pidiendo a las naciones más ricas que reconozcan la gravedad de las acciones del pasado cancelando la deuda externa. Sería una “decisión justa", ya que existe una verdadera deuda ecológica, sobre todo entre el Sur y el Norte del mundo, y está ligada a los desequilibrios comerciales.

La llamada no es novedosa para la Santa Sede, y no solo retoma los postulados de san Juan Pablo II para el Jubileo del año 2000, sino que condensa buena parte de la doctrina papal y muchos discursos económicos eclesiales.

El pensamiento social de la Iglesia pone un énfasis especial en la búsqueda del bien común, entendido como el conjunto de condiciones socioambientales que permiten a cada ser humano, ya sea como individuo o como grupo, alcanzar su plena realización de manera fácil y completa.

Este pensamiento social se fundamenta en los conocimientos científicos más recientes y en los principios morales de la ética social cristiana, tales como el respeto de la dignidad humana, el acceso universal a los bienes, la solidaridad global e intergeneracional y la subsidiaridad. El principio del “respeto a la dignidad humana” implica que cada ser humano debe ser tratado con respeto y dignidad, independientemente de su condición social, económica o cultural.

La Comisión diocesana de Ecología Integral de la diócesis de Vitoria apuesta, con el Papa Francisco, y con sus palabras, “a acompañar este camino de reconciliación con el mundo que nos alberga, y a embellecerlo con el propio aporte, porque ese empeño propio tiene que ver con la dignidad personal y con los grandes valores. Sin embargo, no puedo negar que es necesario ser sinceros y reconocer que las soluciones más efectivas no vendrán sólo de esfuerzos individuales sino ante todo de las grandes decisiones en la política nacional e internacional” (Laudate Deum, 69).

Comisión Diocesana de Ecología Integral
En Vitoria-Gasteiz, a 18 noviembre de 2024

Descarga aquí el comunicado en PDF.

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