Padre de todos — 4ª Semana de Cuaresma
En esta cuarta semana de Cuaresma, se proclama el Evangelio Lc 15,1-3. 11-32: Este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido
El Padre misericordioso que acoge e invita a la alegría
Jesús quiere mostrar, tanto a aquellos fariseos que se le acercaban como a nosotros, que habla de la misericordia de Dios. Un Padre que acoge a sus hijos a pesar de sus diferentes maneras de actuar; y los acoge precisamente por ser sus hijos.
Ahora, reflexionamos desde la óptica del hermano mayor, ya que son muchos los “hermanos mayores” que viven (que vivimos) convencidos de su lealtad al Padre, cumpliendo con sus mandatos, pero sin reconocer la incapacidad de escuchar las palabras y gestos de arrepentimiento, o de necesidad, de tantos hermanos que se acercan al Padre con un corazón roto. Piden ayuda, comprensión, también a los “hermanos mayores”
Hoy a nosotros, los “hermanos que siempre estamos en casa”, se nos pide grandeza de corazón para quienes vienen a nuestras tierras, para quienes necesitan amor, ayuda, comprensión…, simplemente porque lo piden, porque lo buscan, porque ellos también lo dan. Son los migrantes, los enfermos, los presos, las personas solas… y tanta gente que nos rodea.
La parábola de Jesús es una llamada a la responsabilidad. Responsabilidad ante Dios, y ante las hermanas y hermanos; responsabilidad que nos lleva a salir para celebrar el encuentro, a vivir sencillamente de forma que podamos compartir el mundo y
el amor del Padre.
Información
Puedes encontrar el díptico completo en el sitio del Plan de Evangelización salimosalencuentro.org
El ideal cristiano siempre invitará a superar la sospecha, la desconfianza permanente, el temor a ser invadidos, las actitudes defensivas que nos impone el mundo actual.
Papa Francisco, Evangelii gaudium, n.88
Behartsuen harrera sustatu eta Kristau elkartearen bereizgarri bihurtu, fededun bakoitzak eta maittasunaren zerbitzura den talde bakoitzak behartsu izate horren gainetik gizaki bezala dagokien duintasunagatik valora ditzan.
Elizbarrutiko III. Ebanjelizatze-Egitasmoa, 40 orr