Evangelio del día: «Los amó hasta el extremo». Jn13,1-15

Paremos el derribo del sistema público de pensiones

A finales de los sesenta mi padre, un trabajador artesano, cumplió los 65 años, había podido cotizar y solicitó su pensión. Que alegría cuando le pagaron su primera pequeña pensión de jubilación, le parecía un sueño, supuso para el un gran avance social, porque su padre, después de trabajar casi desde niño, no pudo ni imaginar un derecho así. Ese derecho que tanto costó conseguir, y con el que contamos, porque nuestros padres lo han podido disfrutar, va disminuyendo lentamente, gracias a leyes y decretos que ha ido sacando el Gobierno, sin enterarnos casi la ciudadanía.
Algunos estamos muy preocupados, porque de seguir así, sólo tendrán pensión, los que hayan podido pagar un plan de pensiones privado.
Toda persona tiene derecho a una pensión digna.

Sistema de PensionesEl colectivo en el que participamos, plural y diverso; venimos oponiéndonos a las últimas medidas del Gobierno Central que están debilitando la seguridad social pública. Sin embargo, el Presidente del Gobierno, en su discurso ante la ejecutiva del PP, UNA Y OTRA VEZ SE JACTA Y VANAGLORIA DE HABER CUIDADO el sistema de pensiones, sin disminuir la prestación. Pero esto no es cierto, aunque así lo vendan y así se lo crean muchos.

Nosotr@s hemos salido a la calle para manifestar nuestra oposición a la Ley de 23 de Diciembre del Factor de Sostenibilidad y del Índice de Revalorización, que ha dado lugar a una subida de las pensiones del 0,25% tanto en 2.014 como en 2.015, y lo que es más importante nos quita la garantía del mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones.

Pero no nos podemos quedar ahí. Si vemos la evolución que ha seguido nuestro sistema de seguridad social, comprobaremos que nació como un sistema público con dos señas de identidad: la Solidaridad y el Sistema de Reparto, en el que las aportaciones del Estado, vía presupuestos generales, completaba las fuentes de financiación generadas por las aportaciones de los trabajadores y de las empresas. Ello, frente a la opción inversa de un sistema individualista de capitalización basado en el seguro mercantil.

La Constitución de 1.978 en su artículo 50, reforzaba, en cuanto a las pensiones, ese carácter público “Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad...

En la década de los 90 empieza la “cruzada mediática y legal “, para ir privatizando el sistema. La mediática, mediante los interesados augurios de una pronta quiebra del sistema de Seguridad Social.
La legal, para paliar el déficit del año 1.994 mediante préstamos. Para ello, establecen la separación de fuentes de financiación; las prestaciones no contributivas pasan a financiarse con impuestos, mientras que las contributivas han de financiarse “preferentemente” con cotizaciones sociales. (Año 1.995); mediante la aplicación “prioritaria “ del superávit del Sistema de Seguridad Social, al Fondo de Reserva de la Seguridad Social. (Año 2.001). Señalando que Fondo de Reserva, se ha de dedicar con carácter “exclusivo” a la financiación de las prestaciones de carácter contributivo.(Año 2.003)

Srs. pensionistas, ya tienen Vds. su fondo, que no se puede utilizar para nada que no sea prestaciones contributivas, y si este se agota no pueden pedir nada. El regalo envenenado ya está servido. Ahora se trata de vaciar el fondo, para quebrar el Sistema de Seguridad Social y decir que no es viable y hay que dar “cancha” a planes y fondos de pensiones, seguros mercantiles, productos bancarios etc.

¿Cómo? Mediante una doble vía. De una parte mediante la concesión de ayudas, subvenciones, reducciones, bonificaciones etc., sufragadas con las cotizaciones a la seguridad social o al servicio público de empleo, dedicadas a una supuesta creación de empleo estable y de calidad, que no se ve por ningún lado. Medidas que han proliferado desde finales de los años 90 hasta la actualidad y de la que el anteúltimo exponente ha sido la tarifa plana de cotización y el último y actual es el Real Decreto Ley 1/2015, de 27 de Febrero, por el que a cambio de la creación de un supuesto contrato indefinido, ahora se trata de dejar de cotizar los primeros 500 € abonados en un salario de jornada completa, de nuevo con cargo a los presupuestos de la seguridad social, con la misma consecuencia de una previsible nueva reducción del Fondo de Reserva.

De la otra, potenciando la Seguridad Social Privada, mediante las deducciones en el Impuesto sobre la Renta por las aportaciones a Planes de Pensiones, y E.P.S.V., como se viene haciendo ejercicio tras ejercicio. En definitiva destinando dinero público para financiar “pensiones” privadas.

Desde este colectivo hemos llegado a la conclusión de que o paramos este derribo de la Seguridad Social Pública ya, o mañana será tarde, y hemos llegado también a la conclusión de que esto precisa de una acción unitaria, en un ámbito territorial cuanto más amplio mejor.

A partir de Septiembre hay que salir a la calle, hay que lograr compromisos de los partidos políticos, hay que obtener un apoyo unitario de todos los sindicatos, para parar esta sangría y recuperar un Sistema Público de Pensiones que parta del principio de que las pensiones constituyen un derecho del ciudadano que ha de ser garantizado por el Estado, de forma que todo tipo de pensiones contributivas y no contributivas han de ser aseguradas por el Sistema Fiscal, y todas encuadradas en el mismo concepto dentro de los Presupuestos Generales del Estado, única forma en que podamos tener unas pensiones suficientes y periódicamente actualizadas.

Junt@s podemos exigir lo que es nuestro.

ARABAKO PENTSIONISTAK LANEAN Y POR UNA VIDA DIGNA (Aprejual, Comisión Social U.P. Sta. Mª Olarizu, H.O.A.C-D.Vitoria., Elkartzen, Pastoral Obrera, Pensionistas CC.OO., Pensionistas U.G.T., Pensionistas U.S.O., Servicio Diocesano del Laicado y Ur Bizia).

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