Pintxo solidario en la parroquia de San Pablo

El grupo de Solidaridad de la parroquia de San Pablo, en Ariznavarra, vuelve un año más con su tradicional Pintxopote Solidario. Será el viernes 3 de marzo a las 19:00h.

Desde esta comunidad invitan a toda la ciudad de Vitoria-Gasteiz a participar en esta tarde con el objetivo de "compartir nuestra solidaridad con los pobres de la tierra, que este año los concretamos en los hermanos de Guasimal, en Cuba".

"El proyecto al que irá destinada nuestra colaboración se centra en ayudar a las monjas de la congregación de Misioneras de Cristo, Verbo y Víctima en su tarea en esta isla. Estas 4 jóvenes mujeres se encargan de la parroquia de Guasimal y de pueblos de alrededor, atendiendo a unas 9.000 personas en sus múltiples necesidades. Son ellas la que se encargan de todas las actividades pastorales y sociales de la zona".

Por ello, "piden ayuda para poder asistir a toda la población local", recordándonos que en Cuba la mayoría de las personas pasa por grandes necesidades. Y a esta llamada quiere responder la comunidad parroquial de San Pablo y hacerlo extensivo a todo el barrio y a toda Vitoria.

Comenzará a las 19:00h con una misa. "Rezaremos por estas monjas y su trabajo". Después, "conoceremos y veremos cómo es su vida y el día a día de mucha gente en Cuba" a través de imágenes y testimonios y "nos animaremos a cantar una canción que los niños de catequesis nos enseñarán y que cantan todos los niños en las escuelas de Cuba".

Tras esto, será turno del pintxo solidario. "Tomaremos un pintxo de tortilla y un vaso de agua que podrá servir como la cena de ayuno voluntario" por esta Cuaresma y para tener presentes a todas las personas que pasan hambre y no tienen acceso a alimentos en muchísimas partes del mundo. "Acabaremos con una rifa tras la compra de boletos. No serán regalos grandiosos, pero sí cosas bonitas que nos ayudarán a recordar la suerte que tenemos de vivir donde vivimos y agradecerlo".

Desde el grupo 'Solidaridad' de esta parroquia nos animan a colaborar.

Es verdad que hay momentos puntuales terribles en el mundo. Guerras y terremotos que nos mueven y nos conmueven, pero hay también muchas personas que calladamente luchan cada día por sobrevivir. Que nuestra oración y generosidad esté con todas ellas".