Evangelio del día: «Se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias». Lc17,11-19

Sé refugio

El pasado día 13 de Mayo, varios centenares de personas nos unimos en la Virgen Blanca, en un gesto diocesano, para visibilizar nuestra más rotunda repulsa a la manera en que están siendo tratadas millones de personas que se han visto obligadas a huir de su tierra, muy a su pesar.

No cuesta mucho imaginar que nadie se iría de su casa llevándose a cuestas lo poco que puede, poniendo en riesgo su vida y la de los suyos si no fuese estrictamente necesario. Los motivos de guerra, violencia y hambre, lo son. Es tal la magnitud de gente en esta situación, que han sido y son noticia. Muchas personas a diario se ven obligadas a hacer lo mismo en otros lugares del planeta, pero no son noticia. Hemos sido capaces de crear una coraza, para no dejar que esta realidad inhumana y cruel nos afecte. Ahora, cuando hablamos de 60 millones, parece que nos damos un poco cuenta de que quizás nos estamos pasando.

Obsesionados con seguir con nuestro bienestar, ponemos todas nuestras energías en conseguir que no lleguen a nosotros, que no crucen fronteras, que no pasen. Y así construimos vallas. (Una de las empresas que más ha crecido en este tiempo es la de alambre. Hemos fabricado alambre suficiente para dar la vuelta al mundo 200 veces). Construimos campos de retención, aprobamos leyes que impidan cruzar fronteras... invisibilizando a todos esos seres humanos que no tienen donde reclinar la cabeza. Cómplices de esta y otras barbaridades, queremos desmarcarnos de estas políticas injustas, crueles y mortales, diciendo: ”nosotros como Iglesia y como ciudadanía, exigimos y nos comprometemos a SER REFUGIO”.

Pero hemos de ser refugio, para esos que han comenzado a llegar con cuentagotas y para muchos otros que ya se encuentran aquí porque han conseguido llegar en pateras, camiones... Ellos también necesitan ser acogidos, una oportunidad.

banner_seRefugioTenemos mucho que aprender de Jesús para caminar hacia estas actitudes. Él se colocó “abajo” pudiendo haber estado en lo más alto. Fue pobre, no optó por ellos. Se puso a su altura porque sólo así se puede estar al mismo nivel. Si optas por... ya estás en otro nivel y por lo tanto ya no eres accesible como lo fue Él. Desde el primer momento, su primera aparición en público fue “haciendo cola” para ser bautizado por Juan. Aquel que tiene alguna influencia no guarda cola, “se cuela”.

Era accesible porque estaba al mismo nivel que la gente más pobre; por eso ni la adúltera, ni la prostituta, ni el pecador, ni el rico, tuvieron ningún problema para acercarse a Él. Sabían que les iba a atender.

Y nosotros, ¿dónde nos situamos?, ¿tenemos la “espiritualidad del taburete”? Ésta consiste en dirigirnos a los demás desde algo que nos destaque: un título, una autoridad, una responsabilidad... Jesús nos alerta de no dejarnos llamar “maestros” sino amigos, hermanos.

Cuando se sirve no hay protagonismo, es gratuito, es modesto… no se impone. Hoy por ti, mañana por mí. Porque hay que saberse frágil, débil, necesitado. Yo puedo ser mañana la enferma, la parada, la sin techo...

Estamos en ese camino, en ese querer hacer de este mundo un lugar digno para tod@s. Hay mucha tarea empezando por nosotras mismas y por las personas más cercanas, sin olvidar lo que está pasando en el mundo.

El gesto del pasado mes fue una manera de decir: “con nosotros no contéis para la barbarie, queremos otro tipo de respuesta, de vida”.

Por eso, un enorme agradecimiento a las muchas personas que colaboraron, prepararon, acudieron, animaron... lo hicieron posible. Porque como cristianos también tenemos que salir a la calle y gritar la injusticia.

Juntas podemos mover montañas, hablar en lenguas extranjeras, hacer milagros.

Gracias de nuevo de corazón, y seguiremos siendo sal y luz.

ESKERRIK ASKO DENOI!

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