¡Resucitó! ¡Aleluya!

“Qué hermoso es ser cristianos que consuelan, que llevan las cargas de los demás, que animan, que son mensajeros de vida en tiempos de muerte. (...) Acallemos los gritos de muerte, que terminen las guerras. Que se acabe la producción y el comercio de armas, porque necesitamos pan y no fusiles. Que cesen los abortos, que matan la vida inocente. Que se abra el corazón del que tiene, para llenar las manos vacías del que carece de lo necesario”.

Papa Francisco, 11 de abril de 2020

A continuación, destacamos unas palabras de nuestro Obispo, D. Juan Carlos, pronunciadas en la Misa del Domingo de Resurrección. Homilía (pdf).

"El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo a quien tanto quería Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al señor y no sabemos dónde lo han puesto.

El primer día de la semana, al amanecer, estando oscuro todavía. La resurrección es un proceso, no es automática. Tiene que encarnarse en el ánimo, en el humor, en el carácter, en la vida misma. Es la nueva creación, el primer día de la semana, un nuevo comienzo pero estando oscuro todavía. Aún no hemos vencido esta pandemia pero Cristo ha resucitado. No hay acontecimiento con mayor peso que su resurrección. Eso lo cambia todo y por tanto podemos afrontar esta crisis sanitaria y nuestras crisis vitales con ánimo y esperanza. Una esperanza con mayúscula, que como decía el Papa ayer en la Vigilia, no es optimismo vital sino un regalo venido del cielo: Jesús que se queda para siempre con nosotros.

Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí no morirá para siempre. Juan 11,25-26

¡Feliz Pascua de Resurrección! Bazko Zoriona Denoi!"