Año Jubilar Mariano / Mariaren Jubileu Urtea

GRAN VIGILIA DE LA INMACULADA POR LAS VOCACIONES

Muy queridos diocesanos:

Un saludo de todo corazón en cualquier circunstancia que te encuentres. Quiero escribirte esta carta con ocasión del final del Jubileo Mariano que el Papa Francisco nos concedió al celebrarse los cincuenta años de la Consagración de la Catedral María Inmaculada, Madre de la Iglesia. Jainko aitak Maria aukeratu zuen bere Semea, gizon eginik mundura ekarri zezan. Maria dugu fededunen artean eredurik egokiena: fede handiko andrea, Jainkoarekin oso-osorik fidatu zena, Jaunaren esana modua bizian sinestu zuena. Andre Maria gidari eta bide erakusle datorkigun Jesus bihotzean onar dezagun, horren jarraitzaile egin gaitezen.

He sido testigo de innumerables gracias durante este año bendito que concluye. La Diócesis se hace familia y comunidad cuando peregrina, cuando celebra la Eucaristía en comunión con el Obispo y Pedro, cuando se libera y purifica en el Sacramento de la Penitencia y cuando pone su mirada en las personas más vulnerables y necesitadas. Todo esto sigue ocurriendo en esta catedral magnífica, sede de arte sacro, bajo la mirada maternal de la Virgen Inmaculada.

Estoy convencido de que, aunque el final de este Año Jubilar lleva consigo el “cierre de la Puerta Santa”, es una puerta que no se puede cerrar, sobre todo porque nos ha ayudado a abrir nuestros corazones, a abrirnos a la misericordia de Dios, y a abrirnos a las necesidades de nuestros hermanos. Si nuestro corazón se cierra, desaparece, muere.

En la Catedral Nueva, la Novena de la Inmaculada, preparará la culminación del Jubileo: desde el 29 de noviembre, Eucaristías de 12:30h y de 19:30h. El sábado 30 de noviembre a las 17:30h, el testimonio impactante de vida cristiana de la enfermera vizcaína María Martínez. El domingo 1 de diciembre a las 12:30h, en la Misa de las familias de la parroquia, colocación de la talla restaurada de la titular de la Catedral María Inmaculada. El martes 3 de diciembre a las 19:30h, el Coro de Niños de la Escolanía de San Lorenzo del Escorial intervendrá en la Eucaristía y ofrecerá un Concierto posterior.

Hace poco, en el evangelio de la Eucaristía, Jesús al oído nos decía a cada uno: «Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide, recibe, quien busca, halla, y al que llama, se le abre» Lc. 11, 7-8. Habiendo visto pasar por esta Catedral en este Jubileo Mariano, muchas comunidades, zonas pastorales, parroquias, arciprestazgos, colegios, cofradías, asociaciones, movimientos eclesiales, vida consagrada… y muchas, muchas familias, yo pensaba: ¿Qué tenemos que pedir para nuestra Diócesis al final de este Año Jubilar? Yo creo que ¡Vocaciones! ¡Todas las vocaciones! ¡De todas las sensibilidades y carismas! Nuestra Diócesis tiene necesidad de matrimonios cristianos jóvenes, de sacerdotes jóvenes y de religiosos, religiosas y consagrados jóvenes; tiene necesidad de entender la vida como vocación. Vocación tal como la entiende la Iglesia con el Papa Francisco en «Christus vivit”: Sentido de la existencia, vida entregada, misión, santidad, rumbo de la vida o servicio a los demás. ¿Creemos de verdad que el Señor da cuando se lo pedimos? ¿Lo creemos firmemente? ¿Creemos su Palabra?

Por ello, con enorme esperanza, os convoco al final del Jubileo Mariano, en la víspera de la Inmaculada, a una GRAN VIGILIA DE LA INMACULADA POR LAS VOCACIONES. No es una novedad exclusiva la Gran Vigilia de la Inmaculada. En casi todas las Diócesis del mundo se celebra con ese adjetivo: “gran”. Lo distintivo en este caso es “por las vocaciones”. ¿Os imagináis toda la Diócesis representada en la Catedral María Inmaculada suplicando el don de las vocaciones? Toda la Diócesis, sus zonas pastorales y parroquias, una representación de sus comunidades religiosas y familias, movimientos, cofradías, colegios; todos, pidiendo vocaciones para Álava y para la Diócesis de Vitoria. Toda la Diócesis, llegada de todos los rincones, una pura súplica por las vocaciones.

Con Santa María y con todos los santos de nuestra Diócesis arrancando el milagro de una nueva primavera vocacional. Bien sabemos que, donde ha habido un santo, los milagros ocurren y la vida cambia a su alrededor. El sí de María cambió la humanidad porque para Dios nada hay imposible. Os invito con entusiasmo a peregrinar a la Catedral María Inmaculada acompañando a la Virgen en la advocación de tu santuario o de tu parroquia, o a los titulares de nuestros templos, o acompañando a los santos de nuestra Diócesis, patronos de nuestras parroquias y pueblos, o los Fundadores de familias de Vida Consagrada o colegios.

Una peregrinación llena de fe guiados por la Madre y los amigos de Jesús para poder vivir también nosotros la vida como vocación. La Iglesia es el pueblo de los santos y ellos nos llevan en volandas hacia Jesús, hijo de María. Es un gesto vivido en otras diócesis vecinas que está marcando una etapa llena de esperanza. Es importante visibilizarnos como pueblo de Dios en un mismo proyecto diocesano. Ayuda a mantener alto el ánimo y encamina certeramente a las comunidades en el seguimiento del Señor.

La Vigilia de la Inmaculada en Vitoria tradicionalmente es la Vigilia de la Adoración Nocturna por las vocaciones sacerdotales, ya que en las diócesis vascas el día de la Inmaculada es el día del Seminario. La noche tendrá ese carácter de adoración eucarística por las vocaciones, así que hasta Laudes se podrá rezar ininterrumpidamente, toda la noche, haciendo turnos, ante el Santísimo expuesto. La Diócesis, una pura petición por las vocaciones. Seminarioaren egun honetan oso gogoan izango ditugu apaizgoa hartzeko prestatzen ari diren gazteak eta beren alde otoitz egingo dugu. Apaizgoa: egiazko erronka etorkizun hurbilari begira. Beraz, zuzen-zuzen dagokigu.

El sábado, 7 de diciembre, en el lugar y hora indicados a cada comunidad, comenzará la Peregrinación hacia la Catedral María Inmaculada desde diferentes parroquias y templos de la ciudad. A las 19:00h, Vísperas y el Rosario con testimonios vocacionales. A las 20:30h, Eucaristía por las vocaciones. A las 21:30h, comenzará la Vigilia Eucarística de Oración por las Vocaciones con la posibilidad de celebrar el Sacramento de la Penitencia- que se prolongará por turnos hasta las 9:00h. A las 23:00h, 8:00h y 10:00h rezaremos un Rosario vocacional con la participación de Congregaciones religiosas, familias, sacerdotes y seminaristas, completando todos los misterios. A las 9:00h, se rezará Laudes.

El Año Jubilar concluirá con la Eucaristía solemne a la 12:30h el 8 de diciembre y con la Ordenación diaconal de un seminarista del Seminario Diocesano Misionero Redemptoris Mater de Vitoria a las 19:00h.

Basta que cada parroquia, cofradía o comunidad se ponga en contacto a través del teléfono 696 778 717 o en secretaria@diocesisvitoria.org para comunicar su participación y acordar los lugares de inicio de la Peregrinación, los momentos de su intervención, incluidos los Rosarios vocacionales, y el acompañamiento musical que quiera aportar. La iniciativa de peregrinar a la Catedral Nueva puede ser de pastores, fieles, cofradías o de un miembro cualquiera de la comunidad. Lo que importa es que sea una iniciativa debidamente coordinada según la estructura eclesial de la Diócesis. Es una ocasión para este diálogo fluido entre sacerdotes, religiosos y laicos.

Entiendo también que haya mucha gente que no esté acostumbrada a este tipo de convocatorias y que incluso le resulte chocante. En absoluto pretendo unificar sensibilidades o forzar colaboraciones, pero por una mala compresión del respeto y de la comunión en la Iglesia, tampoco quiero dejar de hacer la convocatoria.

Que cada comunidad decida las imágenes que van a peregrinar e igualmente las cruces procesionales y los estandartes que les pueden acompañar. El lunes 9 de diciembre volverán las imágenes a sus lugares de origen.

Este evento plasma vitalmente la línea 1 de nuestro III Plan Diocesano de Evangelización: La Iglesia Diocesana creadora de comunidad. Llamados a vivir en comunidad.

Creo que va a ser un momento genial para la Diócesis y para cada una de sus comunidades. Mariaren antzera Jaunaren lekuko izan gaitezen. Kristau testigutza pozgarria bizi dezagun!

Me despido con un fuerte abrazo y mi bendición.

 

+ Juan Carlos Elizalde
Obispo de Vitoria

Vitoria-Gasteiz, 19 de octubre de 2019

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