Evangelio comentado 21 abril

Lee la Palabra de Dios y tómate un tiempo para meditarla. ¡Feliz lectura!

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 7b-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:
«Tenéis que nacer de nuevo; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu».
Nicodemo le preguntó:
«¿Cómo puede suceder eso?».
Le contestó Jesús:
«¿Tú eres maestro en Israel, y no lo entiendes? En verdad, en verdad te digo: hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero no recibís nuestro testimonio. Si os hablo de las cosas terrenas y no me creéis, ¿cómo creeréis si os hablo de las cosas celestiales? Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.
Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna».

Comentario por Adrià, seminarista

En las lecturas de hoy, vemos como Dios nos llama a estar todos los creyentes unidos en un mismo corazón y una misma alma, a ponernos al servicio de los demás, sobre todo a los más necesitados. Es importante que a lo largo del día, no nos olvidemos de Dios, que Él actúa en cada momento para que nosotros podamos ponerlo en práctica en cada una de las cosas que realizamos. También es importante que podamos llevar una vida digna del Evangelio de Cristo, manteniéndonos firmes en un mismo Espíritu y así poder luchar acordes a la fe del Evangelio. Con esto, es importante que vivamos en una forma digna a la vocación que hemos sido llamados cada uno de nosotros, Matrimonios, Sacerdotes, Vidas contemplativas, el ser soltero/a, etc…

Los creyentes, hemos de tener siempre presente que somos los elegidos de Dios, somos el pueblo elegido de Dios, que siempre ha estado a nuestro lado y nos ha estado ayudando en todo momento y con mucho amor, y con tal amor… Sabemos que es muy difícil amar a quien nos hace sufrir, pero esto, no sólo viene en salvación del otro sino también viene en salvación nuestra. Es importante poder perdonar al otro de la misma forma que Cristo nos perdonó a nosotros, que juntamente con el amor, realizan el vínculo de la perfección. Es importante recordar lo que Jesús ya nos dijo: “Amaras a tu prójimo como a ti mismo”, porque practicando la caridad es aplicar en plenitud la ley de Dios.

Con poder hablar de lo que Dios realiza en nuestras vidas y poder dar nuestro testimonio a todos aquellos que están sufriendo, que están alejados de Dios o simplemente no le conocen, ya estamos realizando su voluntad.  Con casi toda seguridad, nos encontraremos en muchas situaciones complicadas, como en estos días de pandemia, pero es seguro que en cada una de ellas, podremos experimentar cómo Dios actúa en esas situaciones, en nosotros y en el otro. Sólo depende de que se deje actuar a Dios en la vida.

Para mí el estar escribiendo estas líneas es un sufrimiento, como le pasaba a Moisés, cuando Dios le encomendó hablar con el Faraón para liberar a su pueblo. Por suerte no tengo tan grande labor, pero confío en que Dios actúe mediante mí para que quizá en alguno de los que me están leyendo les llegue algo en su corazón.

Todos y cada uno de los creyentes, estamos llamados por Dios a actuar, algunos con el don de la palabra, otros simplemente sirviendo a los demás, quizá otros sólo escuchando al necesitado, quién sabe, pero os invito a ello.

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