Actividades de verano en la Parroquia de María Inmaculada

Las primeras semanas de verano no han bajado la intensidad de las actividades en la parroquia María Inmaculada, aunque éstas se han transformado en las habituales experiencias estivales más vinculadas a la convivencia, el servicio, el encuentro con Dios y con los demás en el ambiente más relajado y a otro ritmo que aportan las vacaciones.

Los últimos días de junio se llevó a cabo el campamento conjunto de los niños y niñas de catequesis de la parroquia de María Inmaculada y la parroquia de San Blas de Legutiano. Del 24 al 28 de junio estuvieron alojados en el Monasterio de San Juan de Acre (de la Orden de las Comendadoras). Durante esas jornadas hubo tiempo para las catequesis, caminata a la ermita de la Virgen del Lago, curso de primeros auxilios y algún que otro chapuzón en las piscinas de Salinas de Añana. Pudieron celebrar la eucaristía con el Obispo D. Juan Carlos Elizalde, que les visitó en el día de su cumpleaños. El último día de esta experiencia se dedicó a la convivencia con los padres y madres de los niños y niñas participantes.

Los primeros de julio se celebró en la Catedral Nueva un campo de trabajo “Parroquia verde” en el que participó un grupo de cinco jóvenes. El campo de trabajo estuvo coordinado por la Delegación de Pastoral con Jóvenes. Su responsable, Yasel Fermín nos ha contado que ha sido una experiencia satisfactoria: “a través de ella los jóvenes han vivido en primera persona el servicio a Dios desde lo pequeño, lo sencillo y el anonimato. Cuando se les invitó al proyecto se les informó de lo que en principio se trataba, una vez allí se dieron cuenta de que es algo más. Primero han tenido la sensación de que la catedral es suya, es un patrimonio de todos, incluyendo a los jóvenes, se han dado cuenta de que el trabajo era dura, era más que limpieza, era poner en común lo mejor que tenía cada uno para sacar adelante un plan. En general están contentos y satisfechos con el trabajo realizado. En la tarde de formación que hemos tratado la Exhortación Apostólica Laudato Si sobre el cuidado de la casa común a través de la cual el Papa Francisco nos llama a cuidar entre todos de esta casa común que es nuestro planeta, sin grandes pretensiones, desde lo que cada uno puede hacer. Una forma de hacerlo es cuidando nuestra catedral, limpiando, reformando y habitando aquellas áreas que no se podían usar y que ahora gracias al trabajo de estos jóvenes la realidad es otra”. Como conclusión se plantean hacer extensible esta experiencia de campo de trabajo a otras parroquias de la diócesis.

Y para finalizar, en la primera quincena de julio 53 jóvenes entre 12 y 18 años participaron en el Campamento de post - confirmación de la parroquia de María Inmaculada , Madre de la Iglesia celebrado en Villarluengo (Teruel). Han sido días intensos, compartidos junto a sus educadores, en tono a un tema general: “El combate de la vida”. Contaron con la presencia del Obispo D. Juan Carlos Elizalde durante algunas jornadas.

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