La Felicidad siempre viene de la mano del Amor, que es Servicio - Homilía de la Misa de San Prudencio

Misa pontifical San PrudencioEn la Festividad de San Prudencio, el Obispo Juan Carlos Elizalde ha presidido la Misa Pontifical.

Durante la homilía, titulada La Felicidad siempre viene de la mano del Amor, que es Servicio, el Obispo se dirigió a los asistentes animándonos a salir de nosotros mismos para encontrar la felicidad como consecuencia, como don, y no como objetivo principal.

Lee la Homilía completa.

Quien más, quien menos, ha experimentado que cuando tratamos de atrapar la felicidad directamente, cuando nos centramos en querer ser felices nos sentimos profundamente insatisfechos. La felicidad se nos escapa como el agua entre las manos. La felicidad es consecuencia, llega cuando no la buscamos directamente, la saboreamos cuando aparece, cuando se nos da, cuando la recibimos. Y es que es un don que nos llega de rebote. Tiene que haber un mínimo de olvido de nosotros mismos para sorprendernos felices.

Y es que estamos bien hechos, estamos hechos para amar y ser amados. Nuestra estructura es dialógica, dialogal, en relación; somos personas. Cuando no nos percibimos amados creemos que nuestra vida no tiene sentido y por el contrario cuando nos aman tocamos la felicidad. Querer ser felices directamente, nos encierra en nosotros mismos y cuando salimos de nosotros, cuando nos olvidamos de nosotros mismos y amamos, nos percibimos como consecuencia felices, dichosos, bienaventurados.

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