Seminaristas de Vitoria visitan la cuna de Pedro de Asúa

El viernes, 5 de enero, varios seminaristas diocesanos se han trasladado hasta la localidad vizcaína de Balmaseda para conocer la tierra que vio nacer al beato Pedro de Asúa y Mendía. Este bonito enclave, rodeado de montañas, fue el escenario de lo primeros años de vida del arquitecto diocesano, sacerdote y mártir de la persecución religiosa de la España de los años 30.

El beato nació en este pueblo cuando este pertenecía a la Diócesis de Vitoria el 30 de agosto de 1890. Permaneció aquí hasta el bachiller. Tras superarlo se trasladó a Madrid para estudiar Arquitectura licenciándose en 1914. Nada más recibir el título de arquitecto, trabajó en el proyecto del Coliseo Albia de Bilbao, el frontón Jai Alai de Madrid y en las escuelas Mendía de Balmaseda, que terminó en 1920.

Su vida se transformó en 1920, con 29 años, momento en el que sintió la llamada del Señor. En aquel año ingresó en el Seminario de Aguirre en Vitoria, donde se ordenó sacerdote el 14 de junio de 1924. ​Ese mismo año, el obispo Mateo Múgica le nombró arquitecto diocesano de Vitoria y le encargó la confección de los planos del Seminario Diocesano de Vitoria y la supervisión de su construcción, iniciada en 1926 y finalizada en 1930. También fue autor de los planos para la reforma de los seminarios de Santiago de Compostela, de Oviedo y de Saturrarán, y del convento de clarisas de Cantalapiedra. Otra obra suya muy conocida en la Diócesis de Vitoria es la popular e icónica parroquia de San Cristóbal, ubicada junto al campus universitario de la capital alavesa.

Asúa fue asesinado en 1936, apenas dos meses tras el inicio de la Guerra Civil, ajusticiado por milicianos republicanos en el monte Candina de Liendo, Cantabria. Sus restos mortales fueron trasladados en 1956 a la capilla del Seminario de Vitoria y hoy pueden venerarse debajo del altar mayor de este mismo lugar.

En mayo de 1964 se inició su proceso de beatificación que se completó 58 años después en 2014 con una ceremonia solemne en la Catedral de María Inmaculada, Madre de la Iglesia.

Actualmente su proceso de canonización está abierto.

​En todo esto y más se adentraron el pasado viernes 5 de enero aquellos que se preparan actualmente en el Seminario de Vitoria, obra maestra del beato y donde reposan sus restos. Una emotiva jornada siguiendo los pasos de Pedro de Asúa.

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