Los 4 últimos dominicos se despiden con emoción

En la mañana del domingo 25 de junio la parroquia de Santa María de los Ángeles estaba de despedida. Emoción, lágrimas pero sobre todo agradecimiento a Dios por 59 años de presencia y comunidad dominica en Vitoria. Hoy los últimos frailes dominicos de Vitoria han dicho adiós a esta ciudad y sobre todo han dado mucho las gracias a la comunidad, a la Diócesis y a todas las generaciones de vitorianos que aquí han aprendido a ser discípulos de Jesús.

Este anuncio se hizo público el pasado mes de noviembre, donde el Capítulo Provincial de los Dominicos en España tomó la decisión de finalizar la etapa dominica masculina en Vitoria –las monjas continuarán en el Convento de la Santa Cruz– dada la falta de relevo en su comunidad y la avanzada edad de últimos los frailes de esta parroquia.

La comunidad parroquial y toda la Diócesis de Vitoria agradecen el trabajo de los dominicos durante casi 60 años en pro del Evangelio y al servicio de la Iglesia.

De esta manera, este céntrico e icónico templo ubicado en la calle Bastiturri de la capital alavesa ha acogido una celebración de acción de gracias desde las 13:00h con una eucaristía presidida por el Obispo de Vitoria, monseñor Juan Carlos Elizalde, acompañado de sus Vicarios Episcopales, del Superior Provincial de los Dominicos en España, fray Jesús Díaz Sariego, el Obispo alavés en Perú, D. David Martínez de Aguirre, y concelebrada por los cuatro últimos frailes, Fortunato Boder, Eduardo Ruiz, Miguel Ángel Gutiérrez y Carlos Olóriz, quienes estos días se han ido despidiendo de fieles y amigos.

En la misa, el Obispo ha tenido palabras de agradecimiento a los monjes por “tanto bien hecho” y ha asegurado que “el nuevo relevo de los frailes peregrinos será una bendición y un seguro a largo plazo como lo fueron hace seis décadas estos frailes dominicos cuando les fue encomendada esta parroquia”. También han tomado la palabra para dar las gracias y reconocer la labor de estos frailes el superior de la Orden de Predicadores en España y el obispo alavés en Puerto Maldonado, Perú.

Los frailes dominicos se establecieron en esta iglesia de Santa María de Los Ángeles cuatro años después de ser levantada. En 1964 echó a andar esta nueva comunidad tras el encargo por parte del entonces Obispo de Vitoria, Mons. Francisco Peralta, para que los dominicos se hiciesen cargo de este nuevo templo, modernista, de planta triangular, construido por los arquitectos Javier Carvajal y José María García de Paredes.

Tras casi seis décadas, sus últimos frailes se despiden de esta parroquia y de Vitoria-Gasteiz por el déficit vocacional de esta congregación. Toman el relevo la rama masculina de la orden de los Peregrinos de la Eucaristía, cuyas monjas se instalaron en el Santuario de Estíbaliz el pasado 1 de mayo y cuyas vocaciones son numerosas, jóvenes y están en auge. Esta nueva comunidad seguirá potenciando este templo y sus anexos como casa de todos, lugar de encuentro, abierto a la ciudad, donde se transmita el mensaje de Jesús y del Evangelio con alegría, ilusión y revitalización y en el que el compromiso laical siga siendo protagonista en la vida pastoral de Santa María de Los Ángeles.

Un momento especial ha sido en el momento de las ofrendas. Varios grupos parroquiales han participado en ellas con los jóvenes scout imponiendo la pañoleta a tres dominicos que aún no la tenían. Un gesto cargado de cariño y admiración del grupo scout de la parroquia a los frailes. Ha finalizado la eucaristía de acción de gracias con dos intervenciones muy especiales: los frailes Carlos y Mitxel han arrancado los aplausos de toda la iglesia. Emoción, lágrimas y mucho agradecimiento.

La Orden de Predicadores, comúnmente conocidos como dominicos, nació a principios del siglo XIII fundada por el monje español Santo Domingo de Guzmán. La ciudad de Vitoria ha tenido una gran tradición dominica. En el siglo XIII se sabe de la presencia de estos frailes por un convento levantado donde hoy se ubica el Centro Cívico Aldabe. Este convento de Santo Domingo –que según las crónicas debió ser de una belleza y dimensiones excepcionales– fue demolido a principios del siglo XX. Solo queda un arco de los 22 que componían su claustro y que puede verse en los jardines del Parlamento Vasco, en el Paseo de la Florida.

El convento acogió una importante escuela de Filosofía y Teología, reconocida en toda España y en el que se formaron célebres religiosos, entre los que destaca el dominico alavés, Tomás de Zumárraga, declarado beato y martirizado en Japón en el año 1622, hace poco más de 400 años. Con el paso de los años, los dominicos han estado presentes –bien en su rama masculina o femenina– de manera ininterrumpida, quedando solamente en nuestra ciudad las monjas dominicas del Convento de la Santa Cruz, en pleno corazón del Casco Histórico de Vitoria-Gasteiz.

Ha concluido esta jornada con otro aplauso al Obispo de Vitoria, monseñor Juan Carlos Elizalde, que en este día celebra su cumpleaños, y todos han pasado a tomar un pequeño refrigerio en los salones parroquiales donde las despedidas y abrazos han sido más personales.

Seguro les echaremos de menos. Y seguro mantendrán el contacto con tantos amigos y miembros de esta comunidad parroquial. Damos gracias al Señor por estos años y, como decía el superior de los dominicos en España y también Carlos Olóriz, abramos el corazón y pongamos toda nuestra colaboración al relevo que llegará en breve con la congregación de los Peregrinos de la Eucaristía, comunidad con la que para seguir haciendo familia e Iglesia.

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