Decir "SÍ" a la vocación sacerdotal: seguimiento, entrega, felicidad

Responder afirmativamente a la llamada de Dios al sacerdocio supone un cambio radical en la vida de quienes dan ese paso. Los seminaristas que estudian en los dos seminarios de nuestra diócesis coinciden en muchas de sus expresiones: seguimiento a Jesús, entrega los demás ... y también en la felicidad y la alegría de quien se sabe seguidor de la voluntad de Señor.

Rafa (Seminario Diocesano de Vitoria)

Los seminaristas somos personas en cuyo corazón ha prendido el fuego que Jesucristo vino a traer a la tierra y oyendo su llamada hemos decidido jugárnoslo todo por Él y su mensaje. Hemos oído la llamada de Dios para estar junto a Él a través de la caridad, de la oración, de los sacramentos… pero esa llamada no es posible realizarla completamente si no es junto a la gente que nos rodea, llevando a Jesucristo.

Decir sí ha supuesto para mi dejarlo todo para tener una entrega total a Jesucristo, querer como Él y con Él y así comprender la grandeza de entregar la vida al Evangelio, sin esperanza humana, sino siempre con los ojos puestos en Él, que ni falla ni desilusiona y que me da el ciento por uno.

No comprendo mi vida sin sacrificio por amor, sin renuncia para entregarme a los demás. Una vida de abandono de mis propios planes para servir a todos los hombres, siempre desde Cristo.

Nosotros, los seminaristas de la actualidad, llegaremos a ser los sacerdotes del mañana, e iremos tras los hombres y mujeres de este mundo para anunciarles que existe Dios, que ama sin reserva y que busca nuestra felicidad.

Jose Antonio (Seminario Redemptoris Mater)

Soy José Antonio, tengo 27 años de edad y vengo de Nicaragua. Llegué a España el año 2013 a un seminario Redemptoris Mater en Castellón, un seminario misionero, universal y diocesano. Antes de esto nunca pensaba en ser sacerdote o casarme, mis planes eran tener una carrera, trabajar y ganar dinero y más dinero, pensando en vivir sólo para mí. Pero esto no me llenaba y tampoco lo que el mundo me ofrecía. Me invitaron a un encuentro de jóvenes y ahí el Señor me estaba esperando. Fue un regalo, pidieron vocaciones para el sacerdocio y en ese breve instante me plantee si Dios me estaba llamando a vivir de otra manera y mi respuesta fue que no sabía, y ¿cómo saberlo?... me arriesgué y atendí la llamada. En ese instante, me sentí feliz y amado por Dios. Me dije: “si esto es seguir a Jesucristo, yo quiero esto para mi vida”. Éste es mi último curso de teología, ahora como seminarista fundador de este seminario en Vitoria, y si Dios quiere pronto seré ordenado. Rezad por mí y para que Dios suscite vocaciones según su voluntad.

Gabriel (Seminario Redemptoris Mater)

Soy Gabriel Alejandro, tengo 23 años, soy el segundo de cinco hermanos. Nací en Guadalajara, Jalisco, México. Vengo de una familia de Iglesia, pertenezco al Camino Neocatecumenal. He estado casi cuatro años y medio en el Seminario Redemptoris Mater de Granada. Hoy formo parte del Seminario Redemptoris Mater de Vitoria y estoy feliz. He vivido una vida normal antes de descubrir la llamada que el Señor estaba gestando en mí. He visto que Dios me ha cuidado. Yo puedo afirmar que Dios existe y que es amor, no porque lo haya aprendido en clase, sino porque lo he vivido en mi vida. Cuando era más joven yo me sentía inútil, me despreciaba a mí mismo y me sentía rechazado. En un encuentro vocacional el Domingo de Pentecostés del 2009 descubrí que Dios me ama tal como soy, que ha muerto por mí en la cruz para que yo viviera, y que me llamaba para ser sacerdote. Me llamaba para ser un instrumento de su gracia, para amar con obras. Actualmente estoy en mi penúltimo curso de estudios, os pido que recéis por mí, para que pueda amar más a Dios y a los demás. Para que un día, Dios que ha comenzado en mí esta obra, él mismo la lleve a término.

Pedro (Seminario Redemptoris Mater)

Soy Pedro Sánchez, tengo 18 años, nací en Cartagena y soy el segundo de cinco hermanos, cuatro chicas y yo. Actualmente soy seminarista en el Seminario Diocesano Misionero Redemptoris Mater de Vitoria-Gasteiz. Desde pequeño mi familia me ha inculcado y transmitido la fe, en la iglesia, a través del Camino Neocatecumenal. Mi llamada al sacerdocio vino tras un proceso de dejar atrás la vida mundana de satisfacción personal, por seguir a Dios. Todos estamos “llamados a amar con obras” y, por tanto, a evangelizar. Y qué mejor manera de hacerlo que siguiendo el camino del Señor, tanto como soltero, como a la hora de contraer matrimonio o, como es mi caso, como futuro sacerdote.

Para finalizar, deciros que os fiéis de Dios, que Él lo hace todo bien, y pediros que recéis por mi ya que el arma de un cristiano es la oración, y recordad que Dios nos ama tal y como somos, hasta la próxima y LA PAZ.

Elias (Seminario Redemptoris Mater)

Me llamo Elías, tengo 19 años, soy de Zaragoza (España) y soy seminarista en el Seminario Diocesano Misionero Redemptoris Mater de Vitoria. Soy el mayor de una familia católica, que vive su fe en el Camino Neocatecumenal. Llevo en el seminario desde octubre de este año y he empezado a cursar los estudios de teología. Todo esto supone un cambio radical en mi vida, ya que yo soy un joven normal, con mis hobbies, mis amigos, mis ambiciones, mis estudios (he cursado un año de la carrera de magisterio en Huesca), y llevaba una vida muy corriente, salvo por el hecho de ser cristiano —cosa no muy común en los jóvenes de hoy en día—. Pero el Señor me embaucó y despertó en mí una inquietud por el sacerdocio; una llamada que he estado rezando y discerniendo desde que la sentí, por primera vez, en la JMJ (Jornada Munidal de la Juventud) de Cracovia, en el año 2016. En septiembre de este año ofrecí mi disponibilidad para ser enviado a un seminario Redemptoris Mater a cualquier parte del mundo. El Señor quiso que mi destino fuera Vitoria y aquí me encuentro, viviendo mi vocación en la alegría de saber que estoy haciendo la voluntad de mi Padre, que me elige, me perdona y me ama todos los días

David (Seminario Redemptoris Mater)

Me llamo David, soy de Zaragoza, tengo 19 años y soy el segundo de 8 hermanos. He nacido en una familia cristiana, por lo que la fe siempre ha estado presente en mi vida. Soy del Camino Neocatecumenal. La vocación se hizo presente tras la entrada en el Seminario Redemptoris Mater de Córdoba de un gran amigo, cuando yo le pedí al Señor que me mostrara cuál era mi vocación. En el Adviento de 2016 empecé a sentir una llamada a la Misión, lo que tras mi paso por un periodo pre-vocacional se transformó en una llamada al sacerdocio, que al principio yo rechazaba.

“Llamados a amar con obras”, el lema del Día del Seminario 2017 está muy claro en mi vida: tener que dejar tu casa, tus amigos, tu ciudad, porque la mies es mucha y los trabajadores pocos. Formar parte de la primera generación de este Seminario Redemptoris Mater de Vitoria es una alegría para mí. Y el poder trabajar en esta diócesis y estar cumpliendo la voluntad de Dios.

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