Entrevista a Santos Gil

En el reciente Boletín del Laicado, se ha publicado una entrevista a Santos Gil, director de Cáritas hasta el año pasado. Transcribimos la entrevista completa que, por su longitud, no podía publicar en el Boletín.

Santos Gil ha sido director de Cáritas Diocesana de Vitoria entre los años 2011 y 2017. Casado, padre de tres hijos y abuelo de tres nietos, este licenciado en derecho ejerció la mayor parte de su vida laboral en Forjas Alavesas. Fue voluntario de la Cáritas Parroquial de Abetxuko (donde residía desde los 9 años) entre 1970 y 1975. Posteriormente pasó a ser feligrés de la parroquia de San Andrés y tras algunas colaboraciones puntuales, tras su jubilación en 2009, se reincorporó al voluntariado de Cáritas en el programa “Empresas con Corazón”.

Una persona que admires

Vicente García Zalduendo, primer párroco de Abechuco. Hombre de fe y testimonio de pobreza, sacrificio y entrega. También D. Miguel Asurmendi, por su bondad, y por los sabios consejos que me dio para ejercer la dirección de Cáritas Diocesana.

Un libro

El Quijote. En cada lectura siempre encuentras algo nuevo.

Una película

Plácido, de Berlanga. Una inteligente crítica de la sociedad de su tiempo. La campaña radiofónica de Navidad  “ponga un pobre en su mesa”, refleja no tanto un acto de caridad, sino el lavado de conciencia de las clases burguesas.

Un lugar. Las playas de Las Landas. Los paseos en solitario por esas inmensas playas ayudan a serenar el espíritu y a tomar conciencia de nuestra pequeñez y de la  grandeza de la creación de Dios.

Santos, Cáritas ha supuesto una dedicación extraordinaria de tiempo, esfuerzo  y de recursos personales a la Iglesia muy grande… ¿qué te llevas tú de estos años?

Ciertamente me llevo bastante más de lo que haya podido aportar.

Poner tiempo, conocimiento, experiencia, etc…  al servicio de las personas que te necesitan ha dado mayor sentido a mi vida, ha consolidado mi fe. Me ha hecho vivirla con más autenticidad.  Nuestra fe tiene que traducirse en obras. Tiene que ir indisolublemente unida a la ayuda a los demás.

He aprendido mucho en mi relación con los trabajadores y trabajadoras de Cáritas, con las personas voluntarias y con las personas que recaban tu ayuda.  Me han enseñado que el conocimiento y la experiencia son importantes en la ayuda a los demás, pero que mucho más importante es la actitud de servicio, la escucha, la empatía, el amor. En el servicio de la Caridad, el saber es un mero sumando, pero la actitud de servicio es un factor multiplicador.

Este voluntariado me ha hecho más consciente que proclamarnos hijos de Dios, tiene como lógica consecuencia proclamar la radical igualdad de todos los hombres, la igual dignidad de todos los hombres. La circunstancia de que haya nacido en este lugar o  en esta sociedad del bienestar no me da más derechos respecto al inmigrante, aunque lamentablemente la normativa legal o jurídica no lo reconozca así.

Por otra parte Cáritas es un magnifico observatorio de la realidad social. Poco a poco vas conociendo con más profundidad esta sociedad con sus grandezas y sus miserias.

Me llevo también la alegría por el nombramiento como directora de Cáritas de Maite Sebal. Es una mujer de una gran valía. Y además nuestro obispo ha hecho muy bien en reconocer el protagonismo que las mujeres están teniendo en  muchos ámbitos y actividades de la Iglesia. De hecho en Cáritas las mujeres son mayoría en la plantilla y en el cuerpo de voluntariado.

¿Qué aspectos positivos te has encontrado en todos estos años te han sorprendido?

La firmeza del compromiso de muchísimas personas voluntarias, y su espíritu de sacrificio. Por ejemplo, hay mujeres, con setenta o más años, que tienen  que coger un autobús o dos y andar una buena caminata para llegar a nuestros pabellones de Gamarra en donde se realiza el reciclaje de ropa. Allí se ponen a coser o a enseñar a los usuarios cómo se realiza la selección de ropa, o cómo se plancha. Este semestre los usuarios son unos, pero al semestre siguiente son otros distintos. Sin embargo, ellas no se desalientan. Y da igual que llueva, nieve o haga sol. Y así un día y otro día. Un año y otro año. Algunas llevan realizando esta labor de voluntariado más de treinta años.

Y lo mismo se podría decir de las personas que hacen la función de monitores en los talleres ocupacionales de Abechuco o en las huertas. O de las personas adscritas al programa de apoyo al estudio, a conversación estructurada, a las escuelas de mujeres, o a la ayuda en las tareas administrativas. El cariño que ponen en la realización de esta labor de formación, la generosidad en el tiempo que dedican a las labores que se les asignan  y su constancia son dignas de admiración.

Cabe también destacar la alegría y fraternidad que reina en los encuentros que realizamos, bien sea en la eucaristía de comienzo de curso, en la de la fiesta de Santa Luisa de Marillac, en el encuentro de las cáritas parroquiales del ámbito rural, en el encuentro de los grupos de mayores, o en el Topaki. Se viven como los encuentros de una gran familia.

Esta dedicación gratuita, que muchas veces es  a lo que uno espera encontrarse pero también “a lo que surge”… ¿cómo se van superando y abordando las dificultades?

Las dificultades se sobrellevan y superan mejor si asumimos nuestras tareas con humildad, siendo conscientes de nuestras limitaciones.

La pobreza es un fenómeno complejo, que presenta muchas caras. La pobreza se manifiesta como carencia de medios de subsistencia básica, de trabajo, de educación, de vivienda, de afectos, de relaciones, de integración civil y comunitaria, etc., A veces, en la misma familia se manifiestan todas estas carencias, y otras veces, solo algunas. En cualquier caso, no podemos aspirar a tener soluciones para todo y para todos los supuestos.

Por ello, hemos de acostumbrarnos a trabajar más en red y actuar de forma coordinada con otras entidades hermanas como Berakah, Comedor Social, Fundación Jeiki, Hogar Alavés, etc., o los servicios sociales de base de Ayuntamiento, Diputación, Cruz Roja, Gobierno Vasco o de otras entidades privadas y ONGs. De esta forma aprovecharíamos con más eficacia los recursos que la comunidad cristiana y la sociedad pone a nuestro alcance.

En los procesos de acompañamiento que iniciemos con personas y familias y precisamente por respeto a su dignidad hemos de procurar facilitarles o buscarles los medios para que ellos sean los protagonistas de su propio desarrollo y promoción personal. No podemos hacer por ellos lo que ellos pueden hacer por sí mismos. No hay personas con capacidad “0”. Nuestra labor ha de consistir en que ellos descubran sus cualidades y potencialidades.

Tampoco debemos utilizar su situación de vulnerabilidad para hacer proselitismo o para imponerles nuestras formas de pensar. Nuestro callado testimonio de acción desde la fe, será como un proceso gota a gota, que ira dando frutos.

Has echado algo de menos en estos años?

Sí. Me hubiera gustado haber podido contar con más jóvenes en Cáritas. Bien es cierto que los estudios, los períodos de exámenes y las estancias en el extranjero no siempre les permiten dar continuidad al compromiso de colaboración.

No obstante el Departamento de Animación está haciendo un importante esfuerzo de comunicación e información sobre Cáritas en los colegios. Este esfuerzo ya se empieza a notar y estoy seguro que poco a poco se irá traduciendo en que cada año se inscriban más jóvenes como voluntarios en Cáritas.

Si te encontraras con tu YO de hace seis años, ¿qué consejo le darías?

Que hay que confiar más en las personas.

Que hay que seguir haciendo esfuerzos en la comunicación. Es muy importante que todos, plantilla, personas voluntarias, socios, donantes y sociedad en general conozcan qué hace Cáritas, cómo lo hace,  quiénes, etc…

Que el miedo al fracaso, no nos debe llevar a la inacción o a iniciar un camino. Hemos de partir del principio de que no hay peor gestión que la que no se realiza. Si no realizas una gestión ya tienes el NO, pero si la realizas abres un abanico de posibilidades.

Que en nuestros procesos de acción o acompañamiento hemos de acostumbrarnos a avanzar dando dos pasos hacia adelante y, llegado el caso, uno hacia atrás.Que hay que ser persistentes en la acción. Tal vez en el primer intento no consigas  abrir la puerta, pero que si lo sigues intentando,  lo acabarás consiguiendo.

¿Sigues vinculado a Cáritas?

Si. Seguiré realizando labores de asesoramiento jurídico y algunas tareas en el Programa Empresas con Corazón.

Muchas personas nos echamos atrás cuando se piden personas voluntarias para asumir responsabilidades, para afrontar retos, para involucrarnos desde la gratuidad y sin garantía de éxito… ¿qué nos dirías?

Que el voluntariado es una labor gratificante. Que cualquier aportación por pequeña que sea es valiosa. Que grano a grano, a poco que cada uno aportemos estaremos contribuyendo a una sociedad más justa. Que el amor es la fuerza más revolucionaria y más determinante en la transformación social.

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