La Iglesia bendice a los animales por San Antón

Como cada año, el 17 de enero llega San Antón, patrón de los animales.  Por ello, la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, en el centro de Vitoria-Gasteiz, organiza la tradicional bendición de mascotas y animales de toda la ciudad. Será desde las 17:00h.

17:00h: Bienvenida
17:15h: Reunión en la plaza de delante de la parroquia.
17:20h: Llegada de la Corporación Municipal encabezada por la Alcaldesa, Dª Maider Etxebarria. Bendición en el exterior de mascotas y animales.
17:30h: Rezo de vísperas de San Antón.

La tradición relata que los campesinos rogaban a San Antonio Abad que protegiera a los animales de enfermedades y de otros ataques. Testigos de la época cuentan que en un momento al santo se acercó una jabalí con sus jabatos y los curó. Por ello, siempre se le representa con unos cerdos.

San Antonio Abad es uno de los grandes santos de la Iglesia por su enorme influencia entre los Padres de la Iglesia y por ser considerado como el padre de monasticismo, debido a que él mismo se retiró al desierto para llevar una vida ascética y de oración. Pese a ello numerosos discípulos siguieron sus pasos, para los que fue guía y maestro.

Actualmente su fiesta se celebra en la Iglesia el 17 de enero, siendo además muy popular, pues en este día de San Antón hay una tradición muy arraigada en algunos lugares en la que los sacerdotes bendicen los animales domésticos y de granja, de los que es su santo patrón

San Antón o Antonio fue un ermitaño egipcio que vivió en el siglo III. Se cree que nació en torno al año 251 en el Alto Egipto y que vivió 105 años falleciendo en el Monte Colzim dejando tras de sí un fuerte ejemplo de vida cristiana.

Antonio pertenecía a una familia cristiana que trabajaba el campo y que vivía con cierta holgura, donde fue educado en la fe. Una cita del Evangelio cambiaría su vida: “Vende todo lo que tienes y repártelo entre los pobres, y tendrás un tesoro en el Cielo. Luego ven y sígueme”. Tanto lo creyó que en cuanto pudo lo llevó a la práctica. A los veinte años de edad murieron sus padres y decidió donar todo lo que poseía a los pobres. Fue entonces cuando eligió vivir como un ermitaño. Al principio empezó a llevar una vida apartada en su propia aldea pero pronto decidió irse al desierto. En un primer momento buscando la total soledad fijó su residencia entre unas antiguas tumbas.

Rápidamente su fama de santidad se fue propagando por lo que se le fueron uniendo numerosos seguidores que querían seguir su ejemplo. Otros también le visitaban por la fama de sanación que atesoraba. Fue así como empezó a organizar a estos futuros monjes, aunque buscando este ideal de soledad para el encuentro con el Señor decidió retirarse solo al desierto para vivir una vida más estricta y radical en pos de este fin.

Sin embargo, nunca llegó a apartarse del mundo por completo, pues compaginó su vida eremítica con la dirección de los monjes que querían seguir esta forma de vida. Incluso llegó a viajar a Alejandría para apoyar a San Atanasio en la lucha contra el arrianismo. Con una vida que pondría los cimientos del monacato, Antonio llegaría a la ancianidad viviendo hasta los 105 años, cuando le llegó la muerte en el año 356 con esta fama de santidad que se extendería por todo el orbe cristiano hasta convertirse en uno de los santos más conocidos y relevantes del santoral.

San Antón es el gran patrón de los animales, especialmente de los domésticos y de granja. San Jerónimo relata que en una ocasión San Antonio fue a visitar a Pablo el ermitaño. Allí, un cuervo que según la tradición alimentaba a este anacoreta dándole una hogaza de pan, dio la bienvenida a Antonio dándole dos hogazas. Otra historia que recoge la tradición y que es quizás la más conocida tiene que ver con una jabalina y sus pequeños jabatos que se acercaron a él en una actitud de súplica pues estaban ciegos. El santo curó a los animales y desde entonces la madre no se separó de él y le protegió de cualquier alimaña que se le acercara.

Hoy, la Iglesia entera sigue celebrando a este santo y en Vitoria-Gasteiz es una tradición centenaria la que se celebrará el miércoles 17 en la iglesia de San Pedro, a las 17:00h.

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