EGIBIDE- Fundación Diocesanas -Jesús Obrero recibe el premio Sabino Arana

Foto: Fund. Sabino Arana

Representantes de EGIBIDE- Fundación Diocesanas-Jesús Obrero, recogieron el domingo el premio Fundación Sabino Arana, otorgado  "por su trayectoria de más de 7 décadas como institución educativa en Araba, con un liderazgo sólido en la Formación Profesional, y por su contribución al desarrollo social, económico e industrial del territorio histórico". Tanto el Presidente del Patronato de la Fundación Diocesanas- Jesus Obrero, D. Juan Carlos Elizalde – Obispo de Vitoria - como D. José Ignacio Eguizábal, Director General de EGIBIDE, trasladaron en sus discursos de agradecimiento las raíces y las claves de esta institución educativa.

D. Juan Carlos Elizalde combinó tres términos en su discurso: Por favor, perdón y gracias.

  • Por favor es la petición gentil de poder entrar en la vida de otro con respeto y atención. “EGIBIDE quiere contribuir a educar personas conscientes de la dignidad divina de cada ser humano. El mayor respeto a todas las sensibilidades, la abierta acogida a las diferencias y el acompañamiento en procesos personalizados, quieren ser consecuencias distintivas de nuestra labor educativa. Desde ahí querríamos seguir contribuyendo a construir una sociedad cada vez más justa y más humana que priorice las necesidades de los últimos” – explicó.
  • Gracias. Además de agradecer el premio, el Obispo de Vitoria hizo lo propio con la confianza que miles de padres y madres depositan en Egibide para colaborar en la formación integral de sus hijos. “El agradecimiento el motor fundamental de la vida. Es la fuente de energía que nunca se agota”
  • Perdón. Al finalizar sus palabras recordó como el origen definitivo de Egibide está en Jesús de Nazareth: “Pedimos perdón porque nunca estamos a la altura de la misión que se nos ha encomendado. Pedimos perdón porque no siempre logramos transmitir los valores evangélicos en una sensibilidad cristiana coherente y atractiva” concluyó.

Por su parte, D. José Ignacio Eguizábal, Director General de EGIBIDE, recordó al recientemente fallecido Roberto Fernández de Larrinoa, miembro de la comunidad educativa. Eguizábal, además,  agradeció el premio a todas las instituciones que colaboran  y a toda la comunidad educativa, padres, madres, y alumnado “ya que sin ellos sería imposible el proyecto”. Eguizábal quiso, además, fijares en dos de los valores del humanismo cristiano en los que se fundamenta su labor: La dignidad individual de cada persona y la solidaridad fraterna de entre personas de cualquier condición.

“Considerar la dignidad individual de cada persona como merecedora del máximo respeto, por encima de origen, posición social, ideología, religión o sexo pone combustible a nuestro trabajo por acompañar el despliegue, en cada alumno y cada alumna, de todas sus capacidades. Anhelamos ser y formar personas conscientes, competentes, compasivas y comprometidas”- decía Eguizábal.

El valor de la solidaridad fraterna y la aspiración a construir una fraternidad global desde la comunidad fue el valor que impulsó hace 75 años el nacimiento de Diocesanas y de Jesús Obrero, para ofrecer educación a quienes no tenían acceso a ella. “Hoy ese valor nos sigue inspirando como escuela de puertas abiertas. En EGIBIDE caben familias de 50 nacionalidades y muchas culturas y religiones” – concluyó.

Zorionak EGIBIDE!

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