La cárcel hoy

Como todos los años por estas fechas coincidiendo con la Festividad de Cristo rey del Universo (22 de noviembre), La Pastoral Penitenciaria, se dirige a toda la comunidad parroquial para transmitir la problemática que los presos viven día a día bajo los muros de la cárcel, y algunas inquietudes que viven en esa realidad.

  • La Pastoral Penitenciaria, en estos momentos, cuenta con aproximadamente 60 voluntarios de la Diócesis de Vitoria
  • Los voluntarios van desde las parroquias.
  • Aproximadamente hay unas 700 personas presas, aunque no todas están recluidos en Zaballa, ya que incluye a los que se encuentran en sección abierta, es decir que sólo van a dormir, libertad condicional, en pisos, etc..
  • La acción de la Pastoral Penitenciaria se desarrolla en las áreas de lo social y religiosa
  • Los voluntarios se reúnen todos los primeros jueves de mes para conocer y compartir lo que ha sucedido y programar.
  • Todos los meses hay una actividad de formación o de oración.

El voluntariado de Pastoral Penitenciaria ha enviado una comunicación a las parroquias: "Muchas personas juzgamos a quienes están en la cárcel peyorativa e injustamente. No nos damos cuenta de que las cárceles son fruto de la sociedad injusta, desigual e insolidaria que hemos creado. No nos paramos a analizar qué hay detrás de cada persona y de cada vida destrozada, que muchas veces es una cadena de desastres continuados, de familias rotas, minadas por la miseria, de padres despreocupados e irresponsables. Otras veces es que fueron engañados y explotados, ya de adolescentes, por traficantes de drogas, que los llevaron a engancharse ingenuamente a ella sin saber lo que hacían, y sufren una dependencia tan grande que les lleva a delinquir cada vez más para satisfacerla y de ahí a la cárcel.

Pero la mayor parte de las personas presas no lo están por grandes delitos, ni por grandes fechorías… la mayor parte se parecen mucho a nuestros padres, nuestros hijos, primos u otros familiares y conocidos… Normalmente los grandes delincuentes no están en la cárcel…

Pero lo peor de todo es que muchas veces se nos olvida que quien está allí es Jesús mismo en persona.Por eso nosotros especialmente como seguidores de Jesús de Nazaret, hemos de luchar por un orden social nuevo que impida que nadie quede tirado en la cuneta de la vida. Para eso debemos apoyar políticas públicas preventivas que permitan evitar que los jóvenes delincan, abriendo espacio de posibilidades educativas, laborales y sociales.

Pero entre tanto, hemos de apoyar la aplicación de penas alternativas a la reclusión para delitos leves, y la reinserción como tarea fundamental de la cárcel. Y cuando salen de la cárcel, deberíamos acogerlos, apoyarlos, fortalecerlos, darles oportunidades para emprender una nueva vida, pues de no ser así fácilmente podrán reincidir".

Con estas palabras  quieren animar a las diferentes comunidades parroquiales  a tener un  recuerdo especial en las eucaristías del domingo por las personas privadas de libertad.

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