Homenaje a Peli Romarategui ante los Obispos de Ecuador

El pasado 19 de octubre el misionero alavés Juan Ramón Echevarría dio a conocer a los Obispos de Ecuador y al Nuncio en este país hispanoamericano el testimonio del misionero Peli Romarategui con motivo de sus 100 años de vida.

Haciendo un recorrido a través de las obras de este querido misionero vasco presentes en Ecuador y también en Urkiola, los prelados ecuatorianos pudieron comprobar la labor evangélica en medio de los más vulnerables de este país.

Compartimos aquí las palabras de Juanrra con motivo de la presentación de este homenaje que llevó por título 'Peli, Misionero y Artesano - 100 años'.

PRESENTACIÓN DE:

“PELI MISIONERO Y ARTESANO - 100 AÑOS”

EN LA ASAMBLEA DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ECUATORIANA

Casa Santa Rosa, Santo Domingo de los Colorados

19 de octubre de 2022

 

Juan Ramón Echevarría

Misiones Diocesanas Vascas

Arquidiócesis de Portoviejo

San Isidro, Ecuador

 

El día 19 de octubre, miércoles, tuvimos la oportunidad de presentar el testimonio de Peli Romarategui, por sus 100 años de vida, ante todos los obispos de Ecuador, reunidos en Asamblea, en la Casa Santa Rosa, de Santo Domingo de los Colorados. También, estaba presente el Nuncio Mons. Andrés Carrascosa.

Los Obispos pusieron mucho interés. Pude presentar un resumen de su vida y sus obras. Proyectamos un video, donde se muestran sus obras y sus recorridos y donde habla el mismo Peli. Les dejé a cada Obispo el libro “Ecuador, la cara oculta de la belleza. Vida y obra artística del misionero vasco Peli Romarategui”. Les entregué algunos trípticos que resumen este testimonio.

También, presentaron su testimonio sobre Peli Mons. Eduardo Castillo, Arzobispo de Manabí, que participó en las celebraciones de los 100 de Peli, el año pasado en Manabí, y que este año visitó a Peli en Vitoria y conoció sus obras en Urkiola. Y, así mismo, dio su experiencia Mons. Néstor Herrera, muy cercano y amigo del Grupo Misionero Vasco.

También, mostraron su cercanía Mons. Víctor Corral, los Obispos actuales de El Oro y Los Ríos, y otros Obispos, que, por una u otra razón, les afecta la historia de cerca.Estuvo muy interesado Mons. Rafael Cob, Obispo de Puyo, natural de Burgos, que plantea hacer en su diócesis un Museo dedicado a los indígenas.

Llevar el arte a los lugares pobres

Vi a los Obispos muy acogedores. Resaltaron varios aspectos. Por ejemplo, la idea de Peli de llevar el arte a los lugares más pobres, esto les gustó mucho. El Obispo de Cuenca me vino emocionado a corroborar esto y me entregó una foto de una de las obras de Peli, dedicada a San Vicente Ferrer, en un lugar escondido de la provincia de Azuay, en concreto, en el Cantón El Pan. Pero, -me insistía el Obispo-, no era en la parroquia central de El Pan, sino en una comunidad retirada. ¿Quién sería el de la idea?, tal vez Mons. Luna, me decía el Obispo.

Les gustaba esa idea de “evangelizar a través de arte”.Y, también, -lo resaltaron-, que este evangelizador fuera un laico. Valoraban el compromiso misionero y artístico de un seglar, que lo mismo daba catequesis y se preocupaba de la pastoral, que hacía obras de arte para las iglesias. Yo les decía que, aunque hemos tenido importantes y proféticos Obispos en el Grupo Misionero Vasco (Víctor Garaygordobil, Jesús Ramón Martínezde Ezkerecocha, Joseba Segura), tal vez nos identificamos más, como grupo, con el trabajo de Peli, un trabajo callado, paciente, tenaz, artesano, cercano a los pobres.

Embellecer y dignificar los lugares de culto

Preguntaron expresamente cómo nació esta experiencia y se valoró el esfuerzo del grupo misionero, en aquellas décadas de los 50, 60 y 70, por “embellecer y dignificar los lugares del culto”, como una manera de valorar a aquel pueblo humilde y, en concreto, como una muestra de valoración de la cultura montubia de la Costa ecuatoriana. Y, cómo el grupo misionero vasco le encargó a Peli esta labor. Y, ahí, en el diálogo, apareció Luis Alberdi con su librito “Entre los montubios”. Uno de los Obispos, luego, me dijo: Yo recibí una charla de Luis Alberdi y aquello marcó mi vida. También, resaltamos la aportación en esta tarea, de artistas como José María Zunzunegui, José Mari Muñoz -sacerdotes y artistas vascos- y otros más, que orientaron a Peli. A Peli le gusta siempre que esto se destaque.

Resaltamos la importancia de salvaguardar para el futuro estas obras artísticas. Bueno, primero, hay que conocer su historia y sus autores. Son 100 obras hechas por Peli, que hay en Ecuador: murales, vitrales, altares, sagrarios, ambones, lucernarios.

“El pueblo del vitral”

Hubo tiempo de contar la bonita historia de los murales de Pedernales. Aquellas preciosas obras del mosaico y el vitral, para un pueblo como Pedernales, perdido en el mapa, en aquella época sin camino, sin luz, sin agua, sin teléfono, entonces tendría unos dos mil habitantes, además de las comunidades campesinas. Y, cómo aquellos campesinos y pescadores miraban la obra con curiosidad. Era una apuesta de Peli. Y, cómo esto fue un revulsivo en la historia de Pedernales. La gente de fuera empezó a hablar del pueblo del vitral. Les recordé, en la inauguración del vitral, las palabras de Mons. Luis Alfredo Carvajal: “Don Peli, le bendigo por entregar esta maravilla a los pobres”. También, rememoré el comentario de Mons. Mario Ruiz, diciendo que el vitralera una de las principales obras de arte de la Costa ecuatoriana, pero que debía de haber estado en la Catedral de Portoviejo. Bueno, y les comentaba, con cierta sorna, que realmente había captado nuestra intención, al haber hecho una verdadera obra de arte para un lugar retirado como Pedernales.

Luego, Pedernales creció mucho. Pasó a tener sesenta mil habitantes. Y toda esta hermosa historia quedó cercenada en el terremoto de aquel 16 de abril de 2016, con doscientos muertos y el pueblo arrasado, incluidas la iglesia y los murales.

Después, vino la reconstrucción del pueblo, de la iglesia y de los murales. La reconstrucción de estas obras artísticas es como un símbolo de un pueblo que se levanta. En fin, una intensa historia, que tanto los obispos de Manabí, Eduardo Castillo como Vicente Saeteros, presentes en la asamblea, como otras personas de Manabí y del País Vasco, vivieron en primera persona. También, hay que recordar a Mons. Lorenzo Voltolini, que fue el primer impulsor de la reconstrucción. Y, que Peli, desde Vitoria y con casi 100 años, lo viviera en primera persona y que, a través de video conferencias, llevara la dirección remota de este trabajo, realmente es una hermosa historia.

Los Obispos lo agradecieron sinceramente. Y me dieron expresamente saludos y felicitaciones para Peli, admirados de que siga tan vivo y lúcido.

El proyecto Raíces y Sueños de San Isidro

Yo aproveché, también, para presentar el proyecto de recuperación de la cultura montubia de San Isidro, la construcción del Museo de la cultura montubia, el proyecto Raíces y Sueños recogiendo las historias de vida de las personas mayores, el trabajo de las escuelas de arte con los jóvenes. Este esfuerzo de salvaguardar el patrimonio, tanto artístico como de la cultura viva del pueblo, nos identifica con el trabajo de Peli. También, le dejé a cada Obispo un libro de “Infancia plena. Historia de los niños y las niñas de San Isidro” y algunos folletos sobre el proyecto Raíces y Sueños de San Isidro.

Como digo, creo que los Obispos estuvieron muy sensibles a esta historia de Peli y sus obras, y todo lo que hay detrás de ello. Y, para nosotros es muy importante compartirla y darla a conocer.

 

 

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