Domingo XXVIII Tiempo Ordinario (A)

Ser llamado a la comunidad, ser miembro de la Iglesia, no significa, ni de lejos, estar salvado. El final inesperado del convidado sin traje de boda está el centro de gravedad de la parábola. El juicio sobre un Israel que rechazó a Jesús no puede ser motivo de autocomplacencia para la comunidad cristiana que ahora ocupa su puesto. Las obras (“hacer la voluntad del padre”, los “frutos”,  el “vestido de boda” hoy) acreditan la verdadera pertenencia al grupo de invitados, al Reino.

Domingo XXVIII T.O. (A)

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