Voz unánime con el Gesto Diocesano "Sé refugio"
Esta tarde se ha celebrado en la Plaza de la Virgen Blanca el gesto “Se Refugio –Zeu Ere babes” con el que la diócesis de Vitoria ha querido posicionarse como Iglesia, como Diócesis, como cristianos/as y como ciudadanos/as ante el drama de las personas que huyen de la guerra, la miseria y el hambre. Mediante este gesto, que ha tenido lugar entre las 19.00 y 19.30 de la tarde de hoy, han querido expresar y renovar su compromiso a favor de la dignidad de la persona, de todas las personas.
Nos encontramos en esta plaza, no para mirarnos unos a otros, sino para poner nuestra mirada en LAS PERSONAS REFUGIADAS. Ponemos nuestra atención en todas las personas refugiadas, pero sobretodo en las que no encuentran refugio. Creemos poder decir que, al margen de las razones que tengamos cada una de las personas que hemos venido, estamos aquí porque ante la realidad inhumana e injusta que viven los refugiados y refugiadas no podemos mirar para otro lado. Estamos aquí para recordar y recordarnos que tenemos que asumir nuestra responsabilidad en el destino de los refugiados. Estamos aquí porque queremos posicionarnos clara y públicamente como Iglesia, como Diócesis, como cristianos y como ciudadanos/as ante el drama de las personas que huyen de la guerra, la miseria y el hambre. Queremos expresar y renovar nuestro compromiso a favor de la dignidad de la persona, de todas las personas
De esta manera han dado la bienvenida a las numerosas personas asistentes los presentadores de acto.
A continuación, han convertido los paneles en los que se leía la cifra de 60.000.000 (número total de personas refugiadas que se estima que hay en el mundo), en 8 rostros de personas concretas. "Todos, empezando por los gobiernos, corremos el riesgo, de quedarnos con los números. Pero como decía el Papa el pasado mes de abril en su visita a la isla griega de Lesbos: “no debemos olvidar que los emigrantes, los refugiados, antes que números son personas, son rostros, nombres, historias.”, han explicado al realizar este gesto simbólico.
https://www.youtube.com/watch?v=5QVFKubqzWI
A continuación, han dado lectura a los manifiestos en castellano y en euskera, y de nuevo, mediante el acto simbólico de retirar una valla de 5 metros “que separa, pone freno a los derechos humanos e impide caminar hacia una vida mejor”, han manifestado su deseo de que se cumpla la legislación internacional, de que exista un compromiso de todos a proteger la dignidad de todo ser humano.
Para finalizar, han hecho suyas las palabras y deseos manifestados por el Papa Francisco tras su visita a la isla de Lesbos en abril:
Juntos imploramos firmemente por fin de la guerra y la violencia en Medio Oriente, una paz justa y duradera, así como el regreso digno de quienes fueron forzados a abandonar sus hogares. Pedimos a las comunidades religiosas que incrementen sus esfuerzos para recibir, asistir y proteger a los refugiados de todas las confesiones religiosas, y que los servicios de asistencia civil y religiosa trabajen para coordinar sus esfuerzos. Hasta que dure la situación de necesidad, pedimos a todos los países que extiendan el asilo temporal, ofrezcan el estado de refugiados a quienes son idóneos, incrementen las iniciativas de ayuda y trabajen con todos los hombres y mujeres de buena voluntad por un final rápido de los conflictos actuales.